Disclamer: MRC no me pertenece, los personajes a continuación son ficticios y no me hago responsable por cómo se vaya dando la historia y las historias; simplemente no puedo detenerme, por favor DENME SU OPINION. Esto es solo una historia más para su entretenimiento y me gustaría sinceras opiniones.
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Sumida en pensamientos y sentimientos encontrados, se sentía totalmente fuera de lugar y de contexto en aquel pueblucho, nunca pensó volver a pisar ése lugar. Pero ahí estaba nuevamente; tenía que pasar un tiempo con su padre pues su madre se encontraba muy grave en el hospital y ella aún siendo menor de edad tenía que estar con su "familia".
Era un puebllo llamado Newark, cerca de New York aparentemente, no estaba muy segura, sólo sabía que ella tenía 20 años próximo a cumplir 21 para largarse a hacer lo que más le diera la gana; traía unos pantalones azules deslavados con una blusa de manga larga morada resaltando su cabellera pelirroja/castaña lisa y sus ojos eran de un café marrón sorprendentes, muy blanca y traía unos guantes negros y una chamarra ligera negra por el otoño; además ella estaba viviendo en un clima mucho más cálido que era Los Angeles. Sin embargo ella no era lo que todo mundo pensaba de aquella grande ciudad. No era loca, ni era chiflada ni mimada por mamá, al contrario, ella sentía que de igual manera estaba fuera de "contexto".
Suspiró tirando sus maletas en su cuarto seguida por su padre que lo único que le agradaba de ese lugar era que él le respetaba su privacidad, sus padres estaban divorciados y ella tenía que ponerse al corriente con la escuela. Sin embargo salió a dar una vuelta.
Traía sus audífonos y una bufanda cubría su cuello mientras ella caminaba sin rumbo fijo con los brazos cruzados, iba mirando el piso por lo que no se dio cuenta que alguien apresurado por sacar la basura de su casa y que daba vuelta para regresar a su casa chocaron y ambos terminaron en el piso.
.- Lo siento no me fijé por donde iba.- dijo ella quitándose los audífonos y mirando al frente a un joven que se apresuraba a levantarse para ayudarla también a hacer lo mismo.
Era de cabellos lisos negros y sus ojos eran verdes delgado pero parecía molesto.
.- No te preocupes, ¿estás bien?.- le preguntó él pero ella sólo asintió.
Él la miró de arriba abajo, ¿era nueva? Sin embargo dentro de la casa se escuchó otra voz femenina.
.- Gerard, llegarás tarde a la escuela.- le indicó una joven cabellos rubios de ojos azules que portaba unos jeans y un abrigo hasta las rodillas poniéndose un gorro de color naranja y se acercaba al carro.
.- Perdona.- le dijo él sacando las llaves y retirándose.
¿Qué fue eso? Se preguntó mientras los observaban retirarse, en fin...decidió que mejor era regresar a casa antes de familiarizarse con el ambiente, pero se quedó preguntándose por ese muchacho. Negó su cabeza: no pienses ahora en eso, mamá está grave por tu culpa.
Volvió a sumirse en pensamientos y suspiró fuerte tirándose a la cama escuchando música a todo volumen hasta que dio la noche y durmió profundamente en su cama sin haber cenado algo.
Al día siguiente había llegado a su escuela caminando, ingresaría a una escuela de Artes pero era mas bien como un Instituto, era un poco ilógico que usara uniforme pero era un "colegio", una falda gris horrible de cuadros así como una blusa de botones y un sueter negro con el escudo de la escuela, calcetas blancas y zapatos negros, su cabellera la tría suelta así como un maquillaje leve en su rostro.
Llegó a los casilleros dejando su mochila a un lado, las miradas de todos se ponían a la nueva "comidilla" del lugar.
Viró cuando una chica de cabellos negros cortos y ojos negros se acercaba y quitaba su mochila del camino tomándola con una mano. Se miró con la chica que le sonreía.
.- No dejes tu mochila en el suelo si no quieres que te la roben.- le dijo ella.
.- Gracias, lo tendré en cuenta.-
.- ¿Eres nueva?- le preguntó como si fuese muy obvio.
.- Sí...- le dijo la pelirroja.
.- Soy Rachel Wood.- le dijo la de cabellos negros quien abría el casillero al lado de nuestra protagonista.
.- Ariel...- le dijo la pelirroja.
.- Vaya, sí que te queda el nombre por la Sirenita.- le dijo Rachel riéndose leve.
.- Sí, todos me lo dicen.-
.- ¿Tienes ya tu horario?- le preguntó Rachel.
.- Tengo...dibujo básico.- le dijo Ariel en lo que Rachel le quitaba el papel aunque no de mala manera.
.- Ah...menos mal que no tienes con la señora McCoy, estás en el otro salón con un profesor nuevo que dicen qeu es bueno, pero para mi jaja...es super sexy, lleva aquí menos de un mes.- le dijo Rachel mientras caminaban por el pasillo.
.- ¿Sexy?- le preguntó Ariel sin entender.
.- Lo que pasa es que es joven, pero no tengo ninguna material con él, por lo tanto te dejaré en el salón y después nos encontraremos en Historia del Arte en aquel salón (le señaló su derecha), bueno este es tu salón, cualquier cosa me dices.- le dijo Rachel despidiéndose.
Ariel alzó ambas cejas extrañada, suponía que después hablarían de...sí, el maestro o por materias y así. Pero bueno, una de las cosas que más le gustaba a Ariel era dibujar, aunque no era muy buena, la relajaba, ella quería estudiar Artes pues quería ser actriz de películas, aunque también sería una manera de expresar su manera de ser y de así mismo, liberarse del terrible mal que le hizo su madre hacía poco. Se sentó en una banca sola, no tenía compañero como las otras bancas, tal vez se debía a que no conocía a nadie salvo a Rachel, parecía agradable la chica, sacó una libreta y comenzó a trazar un chico que estaba frente a ella de espaldas.
Sonó el timbre en lo que los alumnos comenzaban a desesperarse, aún no llegaba el profesor, sin embargo no fue sino hasta que de la puerta entraba un joven de camisa blanca de botones, una chamarra de piel negra y unos pantalones formales negros con zapatos, de cabellos negros y ojos verdes...Ariel quedó sorprendida...era, su vecino.
.- Buenos días, saquen por favor sus herramientas que hoy trabajaremos con tinta china...- miró a su alrededor hasta que dio con una mirada perpleja de ojos marrones...se quedó extrañado aparentemente él también.
.- Perdona pero ¿quién eres?- le preguntó repentinamente el profesor en lo que los demás alumnos volteaban a ver a quien se refería el maestro.
.- Amm...sí, soy nueva, tanto en el pueblo como la escuela.- le dijo ella muy clara y firme, él le sonrió.
.- ¿Podrías presentarte al grupo?- le preguntó él.
.- Sí...em...hola...mi nombre es Ariel Simpson y tengo 20 años...estudio Artes por varias razones que no diré por ahora pero me gusta dibujar y escribir.- dijo ella de manera general al salón.
.- Se parece a la Sirenita.- comentó un muchacho rubio que causó un poco de risa a los demás.
.- ¡John evita ponerte detención!- le dijo el maestro de brazos cruzados, y después miró a la joven... .- Muy bien Ariel, espero que te pongas al corriente con los trabajos, lo bueno es que no hemos pasado el parcial aún así que te daré oportunidad de entregarme los trabajos el siguiente viernes aquí mismo en el salón, y yo soy el profesor Gerard Way, soy artista visual recién gradaudo de la universidad de artes visuales en Nueva York, espero que cualquier duda o aclaración me la comentes.- le dijo él quien seguía de brazos cruzados y le daba una sonrisa a la chica.
Ariel asintió en lo que se ponían a dibujar todos en lo que Gerard daba las indicaciones y se paseaba por los que tenían problemas, aunque más de una ocasión las chicas se hacían las desentendidas y pedías asesoría del maestro indicándole que se acercara a las mesas...era raro, en mucho tiempo no se había dado cuenta de lo nerviosa que se pone al recibir tanta atención, pero de alguna manera sabía controlarlo, pasó los minutos en los que ella seguía trazando olvidándose de todo, quitaba de vez en cuando los excesos de pintura y continuaba con su labor y no fue sino hasta que unos ojos verdes se mostraron a un costado de ella y ella algo asustadiza se hizo hacia atrás sonrojándose levemente.
El profesor Gerard estaba a su costado y traía una mirada impactada y tomaba un extremo de la hoja de la ilustración que había hecho la alumna nueva. Pero más que nada, estaba sorprendido de que lo primero que veía del trabajo de ella era un dibujo de él.
Colocó suave el papel en la mesa y la observó con una cálida sonrisa mientras ella estaba sin habla ¿acaso pensaría mal? Ni siquiera ella misma sabía por qué lo había dibujado, bueno en parte sí y en parte no.
.- ¡Buen trabajo!- le dijo Gerard asintiendo una vez y retirándose hacia su mesa abriendo una carpeta (o cartapasio) y hacia unos apuntes sentado.
La clase apenas empezaba y duraba 2 horas, hizo a un lado lo que estaba haciendo para comenzar a pintar otra cosa; pero en más de una ocasión sintió esa miraba verde que se colocaba en ella para mirar que todo estuviese en orden o al menos eso es lo que ella quería creer.
Trató de dibujar otra cosa, dibujo ahora a su nueva amiga Rachel y dibujó a un intendente que estaba afuera sacando la basura y ahí fue cuando no se percató de nada completamente...incluyendo que el profesor observara cómo se dedicaba a su trabajo, y para opinión de Gerard era bastante buena.
.- Bien la tinta china es parecida a la acuarela como les dije; utilicen la manera que más les parezca conveniente, pueden hacer de un sólo trazo las sombras y con la misma pintura hacer las luces, dejen el blanco del papel para las luces más pronunciadas ya sea en la ropa o en el cuerpo...- en eso se oyó el timbre. .- Para la siguiente clase tráiganme de tarea 5 trabajos en tinta china, de colores o en grises, nos vemos....Ariel...espera quiero hablar contigo.- le dijo Gerard en lo que la chica nueva sorprendida comenzó a sentirse nerviosa.
Algunas de las demás alumnas parecían molestas o le dirigían miradas asesinas a la pelirroja quien después de terminar de acomodar su mochila se acercó al profesor que estaba borrando el pizarrón, al estar frente al escritorio de él, el joven se volteó.
.- No te asustes, no te voy a hacer nada.- le dijo él sonriéndole e indicándole con una mano que se sentara.
.- ¿Tienes clase?- le preguntó Gerard al tiempo que él hacía lo mismo.
.- Tengo como 20 minutos antes de la siguiente.- le respondió ella sin mucha expresión.
.- Me sorprendió mucho tu manera de dibujar, son únicos trazos y haces muy bien las proporciones y los rostros.- le dijo Gerard mirándola a los ojos pero ella bajó la vista un tanto sonriente.
.- Gracias, supongo.- le dijo ella agradecida.
.- Perdona, no he tenido tiempo de darte una apropiada bienvenida de vecinos.- le dijo Gerard después de unos segundos.
.- No se preocupe creo que tenía prisa.- le dijo ella un tanto sorprendida.
.- No me hables de tú, siempre se los pido a los alumnos que tengo, prefiero que me hablen de tú y pueden decirme Gerard si lo prefieren...-
Ariel quedó con los ojos abiertos.
.- Ok, eso fue extraño...nunca había tenido clases donde se le hable de tú a los maestros.- le dijo ella de manera muy sincera.
.- Sí pero supongo por mi edad no me toman mucho en cuenta, me ven muy joven para hacerlo.-
No dijeron nada más hasta que él le dijo.
.- Tengo 26 años...pero no se lo digas a nadie, eres la primera persona de aquí que se lo cuento.- le dijo él en un murmullo mientras ella sonrió.
.- Pues vaya, sí que...eres joven.- dijo ella atreviéndose a hablarle de "tú".
.- Eventualmente así es, por ahora...bien Ariel, sólo quería platicar un poco contigo para quitar el hielo y por favor, tenme más confianza, si tienes una duda o algo, solo dímelo ¿ok? Y aquí te acabo de apuntar los trabajos que hemos visto, espero no sean mucha carga para ti.- le dijo él entregándole una hoja pequeña con una lista de los trabajos y técnicas de estos.
Ella los revisó de uno por uno tomando sus cosas acomodándose la correa de su mochila y poniéndose de pie leyendo.
.- ¿Sería todo entonces?- le preguntó Ariel mirándolo a los ojos.
.- Sí, nos vemos al rato...creo que nos veremos nuevamente.- le dijo él sonriéndole abiertamente y ella asintió retirándose mientras seguía leyendo y pensando si tenía lo necesario para hacer aquellos trabajos.
La observó retirarse del salón, se sentía bien consigo mismo, esa chica tenía chispa y carisma para el Arte...esperaba que ella lo viera pues pese a que no lo admitía, sabía que estaba muy insegura.
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Sumida en pensamientos y sentimientos encontrados, se sentía totalmente fuera de lugar y de contexto en aquel pueblucho, nunca pensó volver a pisar ése lugar. Pero ahí estaba nuevamente; tenía que pasar un tiempo con su padre pues su madre se encontraba muy grave en el hospital y ella aún siendo menor de edad tenía que estar con su "familia".
Era un puebllo llamado Newark, cerca de New York aparentemente, no estaba muy segura, sólo sabía que ella tenía 20 años próximo a cumplir 21 para largarse a hacer lo que más le diera la gana; traía unos pantalones azules deslavados con una blusa de manga larga morada resaltando su cabellera pelirroja/castaña lisa y sus ojos eran de un café marrón sorprendentes, muy blanca y traía unos guantes negros y una chamarra ligera negra por el otoño; además ella estaba viviendo en un clima mucho más cálido que era Los Angeles. Sin embargo ella no era lo que todo mundo pensaba de aquella grande ciudad. No era loca, ni era chiflada ni mimada por mamá, al contrario, ella sentía que de igual manera estaba fuera de "contexto".
Suspiró tirando sus maletas en su cuarto seguida por su padre que lo único que le agradaba de ese lugar era que él le respetaba su privacidad, sus padres estaban divorciados y ella tenía que ponerse al corriente con la escuela. Sin embargo salió a dar una vuelta.
Traía sus audífonos y una bufanda cubría su cuello mientras ella caminaba sin rumbo fijo con los brazos cruzados, iba mirando el piso por lo que no se dio cuenta que alguien apresurado por sacar la basura de su casa y que daba vuelta para regresar a su casa chocaron y ambos terminaron en el piso.
.- Lo siento no me fijé por donde iba.- dijo ella quitándose los audífonos y mirando al frente a un joven que se apresuraba a levantarse para ayudarla también a hacer lo mismo.
Era de cabellos lisos negros y sus ojos eran verdes delgado pero parecía molesto.
.- No te preocupes, ¿estás bien?.- le preguntó él pero ella sólo asintió.
Él la miró de arriba abajo, ¿era nueva? Sin embargo dentro de la casa se escuchó otra voz femenina.
.- Gerard, llegarás tarde a la escuela.- le indicó una joven cabellos rubios de ojos azules que portaba unos jeans y un abrigo hasta las rodillas poniéndose un gorro de color naranja y se acercaba al carro.
.- Perdona.- le dijo él sacando las llaves y retirándose.
¿Qué fue eso? Se preguntó mientras los observaban retirarse, en fin...decidió que mejor era regresar a casa antes de familiarizarse con el ambiente, pero se quedó preguntándose por ese muchacho. Negó su cabeza: no pienses ahora en eso, mamá está grave por tu culpa.
Volvió a sumirse en pensamientos y suspiró fuerte tirándose a la cama escuchando música a todo volumen hasta que dio la noche y durmió profundamente en su cama sin haber cenado algo.
Al día siguiente había llegado a su escuela caminando, ingresaría a una escuela de Artes pero era mas bien como un Instituto, era un poco ilógico que usara uniforme pero era un "colegio", una falda gris horrible de cuadros así como una blusa de botones y un sueter negro con el escudo de la escuela, calcetas blancas y zapatos negros, su cabellera la tría suelta así como un maquillaje leve en su rostro.
Llegó a los casilleros dejando su mochila a un lado, las miradas de todos se ponían a la nueva "comidilla" del lugar.
Viró cuando una chica de cabellos negros cortos y ojos negros se acercaba y quitaba su mochila del camino tomándola con una mano. Se miró con la chica que le sonreía.
.- No dejes tu mochila en el suelo si no quieres que te la roben.- le dijo ella.
.- Gracias, lo tendré en cuenta.-
.- ¿Eres nueva?- le preguntó como si fuese muy obvio.
.- Sí...- le dijo la pelirroja.
.- Soy Rachel Wood.- le dijo la de cabellos negros quien abría el casillero al lado de nuestra protagonista.
.- Ariel...- le dijo la pelirroja.
.- Vaya, sí que te queda el nombre por la Sirenita.- le dijo Rachel riéndose leve.
.- Sí, todos me lo dicen.-
.- ¿Tienes ya tu horario?- le preguntó Rachel.
.- Tengo...dibujo básico.- le dijo Ariel en lo que Rachel le quitaba el papel aunque no de mala manera.
.- Ah...menos mal que no tienes con la señora McCoy, estás en el otro salón con un profesor nuevo que dicen qeu es bueno, pero para mi jaja...es super sexy, lleva aquí menos de un mes.- le dijo Rachel mientras caminaban por el pasillo.
.- ¿Sexy?- le preguntó Ariel sin entender.
.- Lo que pasa es que es joven, pero no tengo ninguna material con él, por lo tanto te dejaré en el salón y después nos encontraremos en Historia del Arte en aquel salón (le señaló su derecha), bueno este es tu salón, cualquier cosa me dices.- le dijo Rachel despidiéndose.
Ariel alzó ambas cejas extrañada, suponía que después hablarían de...sí, el maestro o por materias y así. Pero bueno, una de las cosas que más le gustaba a Ariel era dibujar, aunque no era muy buena, la relajaba, ella quería estudiar Artes pues quería ser actriz de películas, aunque también sería una manera de expresar su manera de ser y de así mismo, liberarse del terrible mal que le hizo su madre hacía poco. Se sentó en una banca sola, no tenía compañero como las otras bancas, tal vez se debía a que no conocía a nadie salvo a Rachel, parecía agradable la chica, sacó una libreta y comenzó a trazar un chico que estaba frente a ella de espaldas.
Sonó el timbre en lo que los alumnos comenzaban a desesperarse, aún no llegaba el profesor, sin embargo no fue sino hasta que de la puerta entraba un joven de camisa blanca de botones, una chamarra de piel negra y unos pantalones formales negros con zapatos, de cabellos negros y ojos verdes...Ariel quedó sorprendida...era, su vecino.
.- Buenos días, saquen por favor sus herramientas que hoy trabajaremos con tinta china...- miró a su alrededor hasta que dio con una mirada perpleja de ojos marrones...se quedó extrañado aparentemente él también.
.- Perdona pero ¿quién eres?- le preguntó repentinamente el profesor en lo que los demás alumnos volteaban a ver a quien se refería el maestro.
.- Amm...sí, soy nueva, tanto en el pueblo como la escuela.- le dijo ella muy clara y firme, él le sonrió.
.- ¿Podrías presentarte al grupo?- le preguntó él.
.- Sí...em...hola...mi nombre es Ariel Simpson y tengo 20 años...estudio Artes por varias razones que no diré por ahora pero me gusta dibujar y escribir.- dijo ella de manera general al salón.
.- Se parece a la Sirenita.- comentó un muchacho rubio que causó un poco de risa a los demás.
.- ¡John evita ponerte detención!- le dijo el maestro de brazos cruzados, y después miró a la joven... .- Muy bien Ariel, espero que te pongas al corriente con los trabajos, lo bueno es que no hemos pasado el parcial aún así que te daré oportunidad de entregarme los trabajos el siguiente viernes aquí mismo en el salón, y yo soy el profesor Gerard Way, soy artista visual recién gradaudo de la universidad de artes visuales en Nueva York, espero que cualquier duda o aclaración me la comentes.- le dijo él quien seguía de brazos cruzados y le daba una sonrisa a la chica.
Ariel asintió en lo que se ponían a dibujar todos en lo que Gerard daba las indicaciones y se paseaba por los que tenían problemas, aunque más de una ocasión las chicas se hacían las desentendidas y pedías asesoría del maestro indicándole que se acercara a las mesas...era raro, en mucho tiempo no se había dado cuenta de lo nerviosa que se pone al recibir tanta atención, pero de alguna manera sabía controlarlo, pasó los minutos en los que ella seguía trazando olvidándose de todo, quitaba de vez en cuando los excesos de pintura y continuaba con su labor y no fue sino hasta que unos ojos verdes se mostraron a un costado de ella y ella algo asustadiza se hizo hacia atrás sonrojándose levemente.
El profesor Gerard estaba a su costado y traía una mirada impactada y tomaba un extremo de la hoja de la ilustración que había hecho la alumna nueva. Pero más que nada, estaba sorprendido de que lo primero que veía del trabajo de ella era un dibujo de él.
Colocó suave el papel en la mesa y la observó con una cálida sonrisa mientras ella estaba sin habla ¿acaso pensaría mal? Ni siquiera ella misma sabía por qué lo había dibujado, bueno en parte sí y en parte no.
.- ¡Buen trabajo!- le dijo Gerard asintiendo una vez y retirándose hacia su mesa abriendo una carpeta (o cartapasio) y hacia unos apuntes sentado.
La clase apenas empezaba y duraba 2 horas, hizo a un lado lo que estaba haciendo para comenzar a pintar otra cosa; pero en más de una ocasión sintió esa miraba verde que se colocaba en ella para mirar que todo estuviese en orden o al menos eso es lo que ella quería creer.
Trató de dibujar otra cosa, dibujo ahora a su nueva amiga Rachel y dibujó a un intendente que estaba afuera sacando la basura y ahí fue cuando no se percató de nada completamente...incluyendo que el profesor observara cómo se dedicaba a su trabajo, y para opinión de Gerard era bastante buena.
.- Bien la tinta china es parecida a la acuarela como les dije; utilicen la manera que más les parezca conveniente, pueden hacer de un sólo trazo las sombras y con la misma pintura hacer las luces, dejen el blanco del papel para las luces más pronunciadas ya sea en la ropa o en el cuerpo...- en eso se oyó el timbre. .- Para la siguiente clase tráiganme de tarea 5 trabajos en tinta china, de colores o en grises, nos vemos....Ariel...espera quiero hablar contigo.- le dijo Gerard en lo que la chica nueva sorprendida comenzó a sentirse nerviosa.
Algunas de las demás alumnas parecían molestas o le dirigían miradas asesinas a la pelirroja quien después de terminar de acomodar su mochila se acercó al profesor que estaba borrando el pizarrón, al estar frente al escritorio de él, el joven se volteó.
.- No te asustes, no te voy a hacer nada.- le dijo él sonriéndole e indicándole con una mano que se sentara.
.- ¿Tienes clase?- le preguntó Gerard al tiempo que él hacía lo mismo.
.- Tengo como 20 minutos antes de la siguiente.- le respondió ella sin mucha expresión.
.- Me sorprendió mucho tu manera de dibujar, son únicos trazos y haces muy bien las proporciones y los rostros.- le dijo Gerard mirándola a los ojos pero ella bajó la vista un tanto sonriente.
.- Gracias, supongo.- le dijo ella agradecida.
.- Perdona, no he tenido tiempo de darte una apropiada bienvenida de vecinos.- le dijo Gerard después de unos segundos.
.- No se preocupe creo que tenía prisa.- le dijo ella un tanto sorprendida.
.- No me hables de tú, siempre se los pido a los alumnos que tengo, prefiero que me hablen de tú y pueden decirme Gerard si lo prefieren...-
Ariel quedó con los ojos abiertos.
.- Ok, eso fue extraño...nunca había tenido clases donde se le hable de tú a los maestros.- le dijo ella de manera muy sincera.
.- Sí pero supongo por mi edad no me toman mucho en cuenta, me ven muy joven para hacerlo.-
No dijeron nada más hasta que él le dijo.
.- Tengo 26 años...pero no se lo digas a nadie, eres la primera persona de aquí que se lo cuento.- le dijo él en un murmullo mientras ella sonrió.
.- Pues vaya, sí que...eres joven.- dijo ella atreviéndose a hablarle de "tú".
.- Eventualmente así es, por ahora...bien Ariel, sólo quería platicar un poco contigo para quitar el hielo y por favor, tenme más confianza, si tienes una duda o algo, solo dímelo ¿ok? Y aquí te acabo de apuntar los trabajos que hemos visto, espero no sean mucha carga para ti.- le dijo él entregándole una hoja pequeña con una lista de los trabajos y técnicas de estos.
Ella los revisó de uno por uno tomando sus cosas acomodándose la correa de su mochila y poniéndose de pie leyendo.
.- ¿Sería todo entonces?- le preguntó Ariel mirándolo a los ojos.
.- Sí, nos vemos al rato...creo que nos veremos nuevamente.- le dijo él sonriéndole abiertamente y ella asintió retirándose mientras seguía leyendo y pensando si tenía lo necesario para hacer aquellos trabajos.
La observó retirarse del salón, se sentía bien consigo mismo, esa chica tenía chispa y carisma para el Arte...esperaba que ella lo viera pues pese a que no lo admitía, sabía que estaba muy insegura.