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The Ghost Of You (Songfic Romance/Drama)

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1The Ghost Of You (Songfic Romance/Drama) Empty The Ghost Of You (Songfic Romance/Drama) Miér Oct 29, 2008 4:34 am

Jessie_Hyuuga


Romance
Romance

Hola!! Bueno, hace tiempo ke tenia ganaz de publikar este fik... pero me daba fiaka xD, espero ke les utehh! n.n

UNO

YOUR OWN DISASTER.


11 de Diciembre de 2007.


Just think of this and me as just a,
few of the many things,
to lie around to clutter up your shelves,
And I wish you wouldn't walk away cause,
There's some things that i'd like to say to you...


Bueno, supongo que todo esto comienza exactamente el día en que ellos se conocieron, aunque para contar bien contada esta historia debo empezar un poco antes.
Era 11 de Diciembre, el tibio sol de una fría mañana de invierno brillaba bajo en el firmamento a pesar de ser casi el mediodía. Para entrar en la historia, vamos a situarnos bien en ese lugar. Era una plaza enorme, con todo el césped cubierto de blanca escarcha. Los juegos estaban inmóviles y los árboles sólo emitían un leve crujido de vez en cuando al caer la nieve que los cubría al suelo. Lo cierto es que ni pájaros había, dado que el grupo migratorio estaría en el sur en ese momento.
Estaba simplemente desolado, a excepción de dos hombres.
Eran hermanos, para dar más detalles. El mayor de ellos no tendría más de treinta años, mientras que el menor no pasaría los veintisiete. Caminaban juntos con las manos en los bolsillos, sumidos en el silencio, por el bordillo asfaltado que rodeaba el césped cubierto de hielo y escarcha, hasta que el mayor lo rompió.

- Me molesta. - Inquirió, como si en verdad sólo estuviera pensando en voz alta. El otro lo miró interrogante. - Ella. Que sea así. No puede ser tan egoísta. Al principio creí que realmente me quería, pero luego solo resultó ser que lo que realmente quería era mi dinero. ¡Como si el dinero realmente me importara! - Soltó un bufido de exasperación. Realmente no esperaba respuesta por parte de su hermano, pero aún así la obtuvo.
- Divórciate. - Fue la simple contestación.

And I don't think that you know what you've been missing
Cause I don't think that you know what you've been missing.


Divorcio. Eso era lo que Gerard Way había estado temiendo todo el tiempo. Desde que había pisado el altar tres meses antes y había dicho "Sí, quiero", la palabra divorcio lo acosaba continuamente. Él no quería eso. La había elegido a ella para pasar el resto de su vida, para no fracasar como había visto tantas veces a tantas personas, pero, aparentemente, no había sido todo perfecto.
Desde el comienzo, su nueva esposa, la famosa bajista Lindsey Ann Ballato, mejor conocida como Lyn-Z, había demostrado ser algo fría, algo distante. Él no se había preocupado; lo había asociado todo a la vida difícil que llevaban, en algunas ocasiones él también caía en pozo depresivo y se portaba como todo un huraño, pero luego esa frialdad se volvió permanente. En las últimas semanas a duras penas se miraban a la cara, él solo era quien ponía el dinero, nada más. Hasta había intentado inducirlo nuevamente a las drogas y el alcohol, con lo mucho que le había costado dejarlo. Y allí, aquella mañana de Diciembre en la que estaba tremendamente desesperado y había llamado a su hermano Michael para tener alguien con quien hablar, se presentaba aquella simple y a la vez aterradora solución que había estado rehuyendo desde el mismo momento en el que se dio cuenta de que lo suyo con Lyn no funcionaría.
Y allí estábamos de nuevo. Divorcio.

And I tell you to forget,
The marks you left across my neck,
From those nights when we were both found at our best.


- ¿Tu crees? - Todo lo que obtuvo fue silencio. - ¡Vamos! Como si realmente me fuera a conceder el divorcio así como así. Mikey, tu conoces a Lyn, ella no cederá, jamás estaría dispuesta a perder a su famoso y rico esposo.
- Lo sé, pero... ¿Qué otra opción te queda? Acéptalo, Gee, lo tuyo con ella estaba claro desde el principio. La verdad es que no comprendo como acabaste casándote con ella... - Reprochó su hermano.

Siguieron caminando en silencio. Gerard vestía un jean negro y una cazadora de cuero con cuello alto, además tenía calada una boina negra hasta las ojeras para protegerse del frío. Mikey llevaba un pantalón negro simple y un suéter gris. Ambos con el cabello de un negro insondable, aunque Mikey con los ojos del color del caramelo fundido y los de Gee con un tono verde-dorado oliváceo muy vistoso y atractivo.
Aquel fue el primer hecho que marcó un antes y un después en la vida de Gerard Arthur Way, porque, aunque jamás se lo comunicó a su hermano Michael, había tomado una decisión, una decisión de la cual jamás llegaría a arrepentirse.

Now I could make this obvious,
and you, you could deny me all in one breath,
you could stroke me off your shoulders.


Un mes después, exactamente el 31 de Enero de 2008, Gerard y Lyn habían iniciado los trámites del divorcio y en tres semanas él sería nuevamente un hombre libre.
Pero mientras tanto, había caído en una nueva depresión. Él y su hermano Mikey tenían, junto con Raymond Toro, Bob Bryar y Frank Iero, una banda reconocida mundialmente: My Chemical Romance. Estaban efectuando una gira a través de Sudamérica, pero habían tenido que viajar sin Frankie, dado de un pariente suyo, un tío, según entendía Gee, estaba gravemente enfermo en el hospital. Aún así, el show debe continuar, pero antes de seguir con su gira, habían hecho una parada de tiempo indefinido en Nueva York para acompañar a Frankie con su familia.
En el transcurso de la gira, Gee y Lyn se habían separado; ella había vuelto a su departamento y Gee se había quedado con el que compartían, aunque pensaba venderlo.
Aquel día, 1 de Febrero, Gee estaba sentado en un banco en la misma plaza en la cual él y su hermano habían hablado a cerca de su matrimonio un mes atrás. Estaba esperándolo, pero, por alguna extraña razón, Mikey se retrasaba.
Finalmente llegó, con una bufanda alrededor del cuello y guantes en las manos, parecía bastante enojado.

- ¿Qué sucedió? – Inquirió Gee, preocupado.
- Tuve una discusión con Alicia, nada fuera de lo normal. – Mikey se obligó a sonreír.
- Me refiero a qué sucedió con Frankie, ¿Se sabe algo de su tío?
- Ah... Sí... Ray acaba de llamarme, parece que está peor y quiere que nos encontremos los cinco en el hospital. – Gee asintió con la cabeza.

No necesitaba decir nada más. Él sabía muy bien como era el asunto; también habían pasado por eso, todos ellos.
Los hermanos Way se dirigieron al hospital en el que se internaba el tío de Frankie, tenía cáncer o algo por el estilo y la verdad es que no estaba reaccionando bien a la quimioterapia. En honor a él habían compuesto la canción “Cancer” de su último CD.
Se dirigieron al hospital en el auto de Mikey. Era un Audi S3, ostentoso realmente.
Llegaron en menos de quince minutos, justo a tiempo para el horario de visita, aunque solo habían llegado ellos; Bob y Ray aún no habían aparecido.
Frankie estaba solo, sentado en una de las sillas de espera del pasillo, con la cabeza gacha y las manos entrelazadas sobre su regazo. Estaba más pálido que de costumbre, con su cabello negro todo despeinado y sus enormes ojos color verde jade estaban surcados por unas profundas ojeras malva.

- ¡Chicos! – Su voz era ronca y áspera, como si no hubiese hablado mucho últimamente. Se puso de pie en cuanto vio a ambos hermanos acercarse. Parado tenía un aspecto aún más desmejorado y empobrecido si es que era posible, como si no hubiese dormido o visto siquiera la luz del sol en días.
- Frankie, ¿Qué te pasó? – Se asombró Gee por el tan radical cambio de su amigo. No hacía mucho que lo había visto por última vez y lucía bien, no como ahora.
- El doctor... el doctor Morgan tiene que estar por venir... él quiere hablarme sobre el tratamiento... – Frankie ignoró la pregunta distraídamente, parecía no haberla oído. Gee y Mikey intercambiaron una mirada preocupada. Cuando el segundo estaba por preguntar algo más con respecto a su decadencia, llegó el médico.
- ¿Familiares del señor Iero? – Llamó. Tenía voz profunda y agradable. Era un hombre joven, no llegaría a los cuarenta años, pero tenía aspecto profesional.
- Yo, doctor, ¿Alguna novedad? – Frankie se adelantó apresuradamente, restregándose las manos nervioso.
- En realidad, casi ninguna. Prácticamente no reacciona al tratamiento de quimioterapia. Haremos unas pruebas más, pero, si no reacciona, temo que ya no podremos hacer nada... – El silencio reinó durante unos segundos.
- ¿Cuánto tiempo le queda, doctor? – Preguntó Gee, intuyendo la pregunta de Frankie, quien no podía hablar siquiera a causa de la impresión.
- Si nada sucede, como tememos, entonces no mucho. Con suerte un mes o dos. Lo siento, debo irme, tengo que atender a otros pacientes, con permiso.

Y con una inclinación de cabeza, el médico desapareció por el corredor.
Mikey y Gee se miraron. Sabían por lo que estaba atravesando Frankie. Su tío era para él lo que Elena había sido para ellos, y sabían, por experiencia propia, lo que era sufrir por un familiar querido que está en las puertas de la muerte. Por lo menos él tenía la suerte de pasar a su lado los últimos momentos; Gee y Mikey no habían podido y realmente lo lamentaban muchísimo.

And I don't think that you know what you've been missing,
Cause I don't think that you know what you've been missing.
And I don't think that you know,
I said I don't think that you know,
I said I don't think that you know
what you've been missing.




Rápidamente, Sarah dio la vuelta por el atestado corredor del hospital. Llegaba tarde. Muy tarde.
Eran las cuatro menos veinte y se suponía que tenía que llegar con Summer a las tres y media. Realmente iba tarde.
Sarah Hunter era una chica que atraía miradas. No por ser especialmente bella, o exótica o, simplemente, extraña, sino por su ropa. Siempre andaba vestida con colores brillantes y alegres que no combinaban ninguno con ninguno, aunque todo se debía a su empleo.
Era algo así como “animadora”, si puede llamársele. Iba de voluntaria al hospital con Summer para animar a los niños enfermos. Aquel día le tocaba leerle cuentos a niños enfermos de cáncer que atravesaban su estadía en el hospital. En su opinión, eran niños muy valientes, en su lugar ella hubiese llorado, chillado, pataleado y hecho un tremendo berrinche hasta poder volver a su casa.
Se apresuró aún más, llevándose por delante a un par de enfermeras que transportaban una camilla en el trayecto.
En ese momento llevaba puesta una pollera larga y amplia de color amarillo chillón y rosa chicle, unas medias moradas con lunares verdes y una camisa anaranjada con las mangas azules eléctricas, realmente ridícula. De su brazo derecho colgaba una bolsa repleta de juguetes, crayones, libros de cuentos y para colorear con los cuales animar a los niños, y si no se apresuraba y llegaba pronto, Mer la colgaría.



Luego de un rato en el cual Mikey y Gee acompañaron en silencio a Frankie, mientras éste asimilaba la noticia, llegaron Bob y Ray.

- Chicos, ¿Qué pasó? ¿Por qué llegaron tan tarde? – Preguntó Mikey tras saludarlos.
- Lo siento. El lado Oeste de la ciudad es un infierno, está lleno de tráfico y no pudimos llegar antes. – Se disculpó Ray, clavando la mirada en Frankie. Era alto, el más alto de los cinco, con cabello rizado color castaño oscuro, casi negro, y ojos café.
- ¿Ya hablaron con el médico? – Preguntó Bob, preocupado. Él era rubio, llevando el cabello liso y por el mentón, ojos azules realmente brillantes y barba insipiente.
- Sí, aparentemente no hay mucho por hacer; si no reacciona a la quimioterapia... – Gee no pudo continuar, aunque el resto captó el significado de aquella frase inconclusa. – Iré a la cafetería que está aquí a la vuelta por algo de Starbucks, ¿Alguno quiere algo? – Hubo una negativa general y Gee se dio media vuelta para irse.

No había dado ni dos pasos cuando chocó de lleno con alguien, cayendo ambos al suelo.



Hey, lush have fun it's the weekend
Hey, lush have fun...


“Apresúrate, apresúrate.”, se repetía Sarah una y otra vez.
No podía llegar tarde, no de nuevo. Si lo hacía la doctora Carter la despediría y Mer no confiaría en ella nunca más. Debía llegar en ese instante o sino...
Siguió corriendo sin fijarse por donde iba siquiera, simplemente concentrada en que debía doblar por el próximo corredor a la derecha. Así lo hizo y divisó a la doctora Carter al final del pasillo, parada con cara de muy pocos amigos frente a la puerta de la sala de infantes.
“Oh, oh...” pensó, y en su apuro por llegar hasta ella chocó de lleno con uno de los cinco chicos que estaban parados en medio del corredor. El desastre fue tremendo. Ambos cayeron al piso, al igual que la bolsa llena de juguetes, que salió volando y terminó abierta y con todo su contenido desparramado por el suelo.



La chica con la que había chocado, porque era una chica, repetía una y otra vez las palabras “No puede ser”, aparentemente bastante angustiada. A Gee le dio mucha lástima, parecía tener un serio problema y se veía muy agobiada.

- ¿Estás bien? – Preguntó, comenzando a ayudarla a juntar todos los juguetes desparramados por el piso. Estaba vestida de una manera ridícula y no pudo más que sonreír al verla, aunque pareciera que estaba a punto del colapso nervioso.
- Sí, si, ¿Podrías ayudarme con todo esto, por favor? – Pidió con voz amable, sin mirarlo siquiera, tan solo preocupada en recoger todo. - ¡Qué desastre, Dios mío! La doctora Carter va a degollarme...
- Tranquila, esto ya casi está. – Gee recogió el último libro para colorear del suelo y lo metió dentro del bolso. Luego le tendió una mano, a la cual ella se aferró, ayudándola a ponerse de pie.
- Lo siento mucho... yo... oh, soy tan torpe. – Se lamentó ella. – Muchas gracias por ayudarme. Adiós.

Con algo mas de brusquedad de la que pretendía, ella le quitó la bolsa de las manos, se la colgó al hombro y comenzó a emprender la retirada.

- Espera... – Llamó Gee. - ¿Trabajas aquí? – Ella sonrió.
- Sí, le leo a niños enfermos, pero ya llego tarde y creo que me despedirán. – Sonrió a medias.

Era bonita y su rostro era muy blanco, no pálido, sino blanco, blanco como la nieve, la harina o el azúcar. Con cabello largo por un poco arriba de la clavícula de color negro insondable, liso y llevando un flequillo hasta el mentón que le cubría el ojo derecho, el izquierdo era de un color completamente impresionante, indefinido, entre el verde muy claro y el celeste algo oscuro pero sin llegar a ser ninguno de los dos, sus labios tenían forma de corazón y eran pequeños pero carnosos y, para rematarla, tenía una graciosa naricilla de elfo, pequeña y respingada.

- ¿Cómo te llamas? – Preguntó con amabilidad.
- Eh... Gerard Way, o Gee, si prefieres. – Se sintió algo incómodo, no era normal que la gente no conociera su nombre, dado su fama y tal.
- Mucho gusto. Bueno, Gee, debo irme o me despellejarán viva.
- Espera, no me has dicho tu nombre. – La detuvo él, tomándola del antebrazo y mirándola a los ojos.
- Oh... puedes llamarme como quieras...
- Ehmm... ¿Azúcar? – Preguntó él con sorna, alzando una ceja y componiendo una media sonrisa.
- Llámame así. ¡Adiós, George! – Exclamó, alejándose corriendo y con el bolso balanceándose en su hombro.
- ¡SARAH DINNA HUNTER! ¿Dónde demonios se supone que estabas, jovencita? ¡Deberías haber llegado hace más de veinte minutos!

Gee sonrió, divertido. ¿Así que Sarah, eh? Y con una risilla ahogada, se dirigió a la salida a comprar su café, ignorando las miradas incrédulas de sus amigos.

Forget me, it's that simple...


Bueno... eso es todo! Bezoz de Caramelo y Nueces!!
Jessie_Hyuuga...
*Kizukeba Itsudemo Soba Ni Irukeredo, Hanto Wa Kirai? Suki? Mousou Nano?*

2The Ghost Of You (Songfic Romance/Drama) Empty Re: The Ghost Of You (Songfic Romance/Drama) Miér Oct 29, 2008 10:10 pm

**PerfecT.-_RevengE**

**PerfecT.-_RevengE**
Honey, this mirror isn't big enough for the two of us
Honey, this mirror isn't big enough for the two of us

Muy buen fic me gusto mucho, demasiado, siguelo pronto^^ Like a Star @ heaven

Xo

http://www.fotolog.com/geexroxix

Xxsweet geexX

Xxsweet geexX
Honey, this mirror isn't big enough for the two of us
Honey, this mirror isn't big enough for the two of us

[b]si esta muy lindo siguele me gusto mucho ^^
gee tan lindo llamandola azucar Smile
siguele me encanto saludos xoxo!!

la_chemical

la_chemical
Vampires will never hurt you
Vampires will never hurt you

lol! hooo me encanto me entretube leyendo lo espero que sigas ahhh me encantoooo mmmmmm men encatato siguelo sobre todo por que la cancio me gusta tanto The ghost of you geek

Jessie_Hyuuga


Romance
Romance

Wiii *-* ke weno ke les utohh mi fikk! Weno, antes ke nada, vale aclarar ke ia esta terminado, asi ke no se van a kedar con las ganas de seguir leiendo n.n
Grax x sus revews, ahora voi a publikar el segundo cap, nomas ke es mui largo, tonces lo voi a dividir en dos posts, asi esta cosa no molesta ¬¬
Ia luego nos vemos...
Bezitoz de helado de xokolate con almendras!!
Sayo n.n

Jessie_Hyuuga


Romance
Romance

DOS
UNDER PRESSURE. (Parte 1)


2 de Febrero de 2008.


Pressure pushing down on me
Pressing down on you no man ask for
Under pressure
That burns a building down
Splits a family in two
Puts people on streets.


Sarah no podía más. Tenía que hacerlo.
Se encontraba en la terraza de uno de los edificios de oficinas más altos de Nueva York, a punto de tirarse.
Caminó un par de pasos. Aún no lo había decidido, pero estaba claro que, de una forma u otra, acabaría haciéndolo y creyó que, arrojarse desde lo más alto de un edificio hacia la nada, era la forma menos dolorosa de hacerlo, después de todo, seguramente la impresión de la altura la desmayaría antes de que llegue al suelo y sienta el impacto.
Caminó un poco más. Ya estaba al borde. Miró hacia abajo, con los ojos abnegados en lágrimas. Debía hacer algo.
Estaba sumamente deprimida, su vida realmente marchaba mal. Se había peleado con su madre y su hermana, las únicas personas que tenía dado que el resto de su familia la aborrecía, la pelea había sido tan fuerte que acabó dejando la casa, por lo que ahora no tenía donde pasar la noche. La habían despedido de su empleo como voluntaria en un hospital por llegar tarde cuatro veces seguidas, luego había sucedido lo del bebé, por lo que su novio la había dejado por otra, no tenía amigos, estaba sola. Sola.
Lloró un poco más, sin evitar que las lágrimas rodaran por sus mejillas ya mojadas y se perdieran en su mentón.
La única persona que había sido amable con ella era aquel chico con el que había chocado en el hospital, pero uno no vive de solo una sonrisa bonita en toda su vida. No tenía casa, no tenía trabajo, ni familia, ni novio, ni nada. Nada de nada.
Solo le quedaba aquello, arrojarse al vacío, morir.
Dio otro paso al frente. La mitad de sus pies estaban en el aire pero aún lograba hacer equilibrio. Se inclinó un poco hacia adelante para observar la calle. Miles de autos pasaban zumbando a toda velocidad. Los transeúntes caminaban deprisa por la calle, sin pararse, sin ocuparse en nada más que en ellos mismos; ataviados con celulares, maletines, trajes y otras cosas, simplemente sin ver ni oír nada más que lo que a ellos les interesaba. A aquella gente no le importaba si había o no una vida más en aquel basto planeta.
Estiró los brazos en cruz a sus costados, como si estuviera a punto de echar a volar, aún mirando hacia abajo, cuando lo vio. Corría a través de la calle, sin detenerse a mirar el tráfico. Corría. Corría. Él corría gritando su nombre, desesperado, frenético. Aquel chico que se había encontrado en el hospital la había reconocido e intentaba evitar que se suicidara.
Una nueva lágrima cayó de sus ojos, pero ésta era de alegría. Al menos, no abandonaría el mundo sin compañía.



Gerard estaba ocupado. Ocupado y enfurecido. Había ido al edificio de abogados donde trabajaba Daniel Fowl, el fiscal que atendía su divorcio con Lindsey, por supuesto que ella se negaba en redondo a aceptar perder sus posesiones, pero a él lo material le importaba un comino, solo quería deshacerse de ella lo antes posible.
Acababa de salir por la puerta principal, cuando un corro de gente apiñado alrededor del edificio de enfrente a ese le llamó poderosamente la atención. Todos miraban hacia arriba, expectantes. Él así lo hizo y, al mirar, distinguió una falda amarilla y unas medias púrpuras y verdes que le eran familiares y, al darse cuenta de que se trataba todo, se horrorizó: Azúcar se estaba por tirar del edificio, se estaba por suicidio y ninguna de aquellas personas parecía intentar hacer nada por ayudarla. Simplemente era un show, un entretenimiento más.
Sin pensarlo siquiera dos veces, Gee se lanzó como un bólido hacia el edificio, dispuesto a parar toda aquella locura de una buena vez. ¿Por qué querría alguien suicidarse? Él sufría de depresión y sabía que su vida era mala y dura, pero jamás había llegado al límite de querer tirarse desde una azotea.

Bah, bah, bah, bah, bah, bah,
Bah, bah, bah, bah, bah, bah.


- ¡Azúcar! - Gritó, utilizando todo el aire de sus pulmones. Tenía que detenerla, tenía que hacerlo. - ¡Sarah! ¡Sarah no te arrojes! ¡Baja, por favor! - Cruzó la calle sin mirar siquiera, sin preocuparse por el tráfico que casi le pasa por encima, simplemente focalizado en que tenía que detenerla, tenía que hacerlo.

Siguió gritando y, desde abajo, le pareció que ella sonreía.
Se abrió paso por entre la curiosa multitud y entró con rapidez al lugar, inmediatamente lo primero que hizo fue subir al ascensor. Éste, por desgracia, solo llegaba hasta el piso veinticinco y la azotea estaba en el número veintisiete, por lo que los otros dos pisos debía hacerlos a pie.
Casi con furia, oprimió el botón y la velocidad del ascensor se le antojó tremendamente lenta. Por fin llegó al piso, salió tan deprisa que casi arrolla a dos ancianitas que querían bajar hasta el hall de entrada, y luego corrió sin cesar por el pasillo hasta llegar a la escalera y así poder subir los dos miserables pisos que faltaban.
Cuando por fin llegó a la terraza, sin ya más aire por la carrera, la vio. Estaba parada de espaldas, con los brazos en cruz y le dio una ternura tremenda. Ella se volteó lentamente y lo miró unos segundos a los ojos. Estaba llorando y le dedicó solo una suave sonrisa. Luego, como si fuese a él a quien esperaba, se inclinó hacia adelante y lo hizo.
Cayo y cayó, con los bazos absurdamente extendidos, como si pretendiera emprender vuelo. Y la imagen no se le borraría a Gee de la mente jamás. Su rostro cándido, sus ojos cerrados, parecía un ángel durmiendo, durmiendo eternamente en los brazos de Dios. Con un fuerte golpe en la cabeza y un halo de sangre alrededor, extendiéndose en todas direcciones, pero aún así con tal calma en las facciones que parecía, por fin, haber encontrado la tan ansiada paz.



That’s o-kay!
It’s the terror of knowing
What this world is about
Watching some good friends
Screaming let me out!
Pray tomorrow takes me higher
Pressure on people
People on streets.


Gee estaba conmocionado. No solo había visto morir a alguien, sino que conocía a esa persona.
Aquella noche soñó con la caída. Sarah se tiraba al vacío una y otra vez y él no podía hacer nada por evitarlo. Finalmente se despertó muy entrada la madrugada, cubierto por una capa de sudor frío y con el pijama enganchado al cuerpo. Se levantó, sin poder volver a conciliar el sueño, y se dirigió al librero. Dormía en un sofá en la sala porque el cuarto le recordaba mucho a sus días de casado. Recorrió los estantes llenos de libros en busca de su ejemplar de “El Señor de los Anillos”, pero, al no encontrarlo, recordó que lo tenía Lindsey entre sus cosas.

- ¡Maldición! - Exclamó. - Bueno, supongo que mañana tendré que dar un paseo por la librería... - Murmuró para sí, y volvió al sofá, sin intentar conciliar nuevamente el sueño, dado que sabía que no lo conseguiría.

Suspiró y se acomodó. Debería comprar un nuevo libro si quería leerlo; ni loco se lo pedía a Lyn.

Jessie_Hyuuga


Romance
Romance

CAP 2 (Parte 2)

3 de Febrero de 2008.


Era cerca del mediodía y Gee no había podido volver a dormir, como prueba de eso estaban sus pronunciadas y oscuras ojeras. Y Mikey llegaba tarde. Otra vez.
¿Qué estaba sucediendo con él? En general no era tan impuntual.
Gee lo siguió esperando. Finalmente, el timbre sonó dos veces. Él se apresuró a abrir la puerta. Estaba en su departamento, esperando a su hermano para comenzar a pintar, dado que la decoración anterior le traía demasiados recuerdos, por consiguiente, estaban todos los muebles apilados en otras habitaciones y el piso de parquet estaba cubierto con unas sábanas blancas viejas y manchadas.
Pero al ver a su hermano, enseguida comenzó a creer que no pintarían como él pensaba.

Do, do, do, bah, bah, bah, bah
O-kay
Chippin’ around
Kick my brains round the floor
These are the days
It never rains but it pours
People on streets
People on streets.


- Gee, siento la tardanza. Tuve un problema con Alicia. Necesito algo de café, ¿Vamos a Starbucks?
- Claro, y me cuentas. De paso pasemos por la librería. – Accedió Gee, comprendiendo por la cara de fastidio de su hermano de que iba el asunto, aunque sin alejar aún de su mente los pensamientos sobre Sarah.

Salieron al aire frío, caminando a la par y en silencio con las manos enterradas en los bolsillos. La cafetería quedaba tan solo a unas cinco cuadras del departamento de Gee, por lo que fueron a pie, solo para poder charlar más tranquilos.

- ¿Qué te pasa? Estás muy ojeroso. - Observó Mikey con preocupación, y luego suspiró; las depresiones de su hermano eran tan frecuentes que debería estar acostumbrado, pero aún no se hacía a la idea de verlo tan decaído.
- Es solo que... ¿Recuerdas a esa chica que chocó conmigo en el hospital?
- ¿La de la ropa ridícula y los juguetes? Sí, ¿Qué pasa con ella? - Mikey frunció el entrecejo.
- Ayer, la vi. Estaba en el edificio de enfrente del juzgado. - Explicó Gee con calma, intentando no volver a recordar los ojos de Sarah, cubiertos de lágrimas, inmóviles.
- ¿Y? ¿Por eso no has podido dormir? - Mikey alzó una ceja, escéptico.
- No, es que... ¡Rayos! ¡Ella se suicidó! Se lanzó al vacío desde lo alto del edificio. Yo... quise impedirlo, quise detenerla, la llamé... pero cuando llegué a dónde ella estaba... simplemente saltó. - La voz se le ahogó en ese punto. No podía seguir describiéndolo sin que la imagen acudiera a su mente, era aterrador.

It’s the terror of knowing
What this world is about
Watching some good friends
Screaming let me out!
Pray tomorrow takes me higher, higher, higher
Pressure on people
People on streets
Turned away from it all
Like a blind man
Sat on a fence but it don’t work
Keep coming up with love
But it’s so slashed and torn
Why? Why? why?
Love, love, love, love.


- Ya, tranquilo. - Intentó calmarlo su hermano, pero lo cierto es que Gee no se había alterado, simplemente se había ahogado en un vaso de agua. No era su culpa, ese era su destino, debía morir y así lo hizo, él estaba libre de cargos de conciencia. - Tu no tienes la culpa, ella quiso hacerlo, tu no le pusiste un revolver en la cabeza para obligarla. Simplemente se suicidó, Gee, todos los días ocurren esas cosas, la gente se suicida así nomás, es cosa de nada.
- Es que... no entiendes. No sé porque me siento culpable, sé que no tuve nada que ver, que así tuvo que pasar y pasó, que fue su propia decisión, pero no puedo dejar de imaginármela ahí tendida e inmóvil, fría, sin vida. Estaba llorando a mares cuando la encontré, y aunque quise detenerla ella solo me miró, era como si hubiese esperado a que yo subiera junto a ella para hacerlo, como si quisiera que yo mismo la viera y comprobara que realmente iba a suicidarse...
- Bueno, basta. Te prohíbo que sigas haciéndote la cabeza con eso, ¡Por Dios, es absurdo! ¿Cómo podía haber sabido ella que tú estarías justo en el edificio de enfrente y que, de entre tanta gente, solo tú irías a buscarla? - Mikey comenzó a desesperarse, quería mucho a su hermano pero a veces lo sacaba de quicio.
- ¡Y yo como voy a saberlo! - Gee rodó los ojos con impaciencia. Acababan de llegar a la librería.

Gee dio por suspendida la conversación momentáneamente y se dirigió directo al mostrador donde había una dependienta. Simplemente quería un libro, y éste era muy conocido, no le tomaría más de unos minutos y luego podrían ir a tomarse su bien merecido café.

- Disculpe, quisiera la colección completa de “El Señor de los Anillos”. - Pidió con amabilidad pero firmeza.
- Lo siento, - Se disculpó la chica con franca sinceridad. - pero una clienta acaba de llevarse los últimos tomos, incluyendo “El Hobbit”, no me quedan más. Miré, allá va ella. - La dependienta levantó un brazo y señaló a una chica que salía en ese instante por la puerta, pasando junto a Mikey. Gee creyó ver la melena negra, corta y algo salvaje, inconfundible de Sarah. Sacudió la cabeza y, al volver a mirar, la chica ya no estaba, ¿Estaría volviéndose loco?
- Está bien, no hay problema. - Gee le dedicó una sonrisa trémula y volvió con su hermano. - Se les agotó.

Salieron juntos a la calle nuevamente, Starbucks quedaba a una manzana de distancia de allí.

- ¿Sabes, Mikey? A veces veo fantasmas...
- ¿Fantasmas? O sea... ¿Espíritus? - Mikey alzó ambas cejas con escepticismo.
- No, no, fantasmas... gente muerta...
- Claro, y ahora estás poseído por el niño de “Sexto Sentido”... - Se burló su hermano. - ¡Ay, Gee! Deberías comentarle todo esto a la psicóloga... realmente te haría bien.
- No es una broma, Mikey. ¡Esa chica que pasó al lado tuyo en la librería era Sarah! - Se quejó Gee, harto de que no le hicieran caso.
- Sí, claro, Gee... ahora una muerta anda por ahí comprando libros de “El Señor de los Anillos”, por supuesto.
- De acuerdo, no me creas, pero te digo que era ella. - Se enfurruñó Gee.

Entraron en la cafetería y Mikey fue a sentarse mientras Gee iba a pedir el café al mostrador.

- Hola, Gee, ¿Lo mismo de siempre? - Preguntó la chica que atendía, era morena y tendría cerca de unos cuarenta años. Su nombre era Melinna y se conocía con toda la banda dado que el Starbucks era el café favorito de todos ellos.
- Sí, Mely. - Gee sonrió.
- De acuerdo, entonces un Latte con canela y un descafeinado con dos de azúcar. Ya sale. - Y tocó una campanita en el mostrador.

Gee se hizo a un lado para dejar ordenar al cliente que estaba detrás suyo, cuando la vio. Estaba sonriendo, llevaba una enorme bolsa con el nombre de la librería y dentro tenía cinco libros enormes. Llevaba puesto el delantal con el inconfundible logotipo de Starbucks. Sonreía despreocupada, con el cabello negro tapándole el ojo derecho y con el izquierdo de ese color tan indefinido y tan brillante al descubierto. Era ella.

Insanity laughs under pressure we’re cracking
Can’t we give ourselves one more chance?
Why can’t we give love that one more chance?
Why can’t we give love? give love? give love?
Give love? give love? give love? give love? give love?


- ¡Azúcar! - No pudo evitar exclamar. Abrió los ojos muy grandes y la miró, pero ella no pareció darse cuenta de su presencia siquiera, siguió poniendo café en una bandeja, charlando y riendo con una de sus compañeras de trabajo.
- ¿Quieres más azúcar, Gee? Le puse dos como a ti te gusta... - Mely lo miró extrañada con los dos cafés en la mano.
- No... no, dos está bien. Oye, Mely, esa chica... ¿Siempre trabajó aquí? - Preguntó señalando con la cabeza disimuladamente a quien él creía era Sarah.
- ¡No me digas que pasó otra vez! ¿Qué sucedió con ella, Gee? ¿Te volcó el café? ¡Dios, porque siempre igual! Hace dos meses trabaja aquí y ya se nos han quejado más de diez clientes de su ineficiencia, ya no sé que hacer con ella...
- No, no, Mely, no es eso, es que... no la había visto, por eso pregunté, no te preocupes. - Gee la calmó con una sonrisa. - Bueno, nos vemos luego.

Se dirigió a la mesa que ocupaba su hermano con el café en la mano, no sin antes echarle un vistazo a aquella chica con un rostro tan igual al de Sarah pero a la vez tan distinto, no parecía estar muerta...
Intentando alejar aquellos pensamientos de su mente, Gee se sentó junto a Mikey y le pasó su Latte con canela.

- ¿Ahora qué sucede? ¿Insistes en creer que soy Bruce Willis con eso de "veo gente muerta"? - El tono burlón de Mikey hizo bufar de exasperación a Gee.
- Adelante, tú búrlate, pero en cuanto la veas vas a creerme y tendrás que disculparte.

En ocasiones normales, él hubiese seguido con la broma diciéndole que ya tenía él una pelada digna como para ser Bruce Willis, pero en ese momento estaba tan enfurruñado con su hermano por no creerle que estuvo tentado a sacarle la lengua y voltearse al otro lado como un niño de cinco años caprichoso y desobediente, pero se abstuvo al verla pasar junto a él.
Llevaba la bandeja en la mano y se dirigía a la mesa que quedaba detrás de ellos para llevarle el café a una pareja. Sonreía de oreja a oreja, como si acabaran de contarle algún chiste o algo así.
Gee no pudo refrenar el impulso. Apenas pasó ella a su lado, él se levantó y la asió firmemente del antebrazo, logrando que ella soltara la bandeja con el café y se lo volcara todo encima.

- ¡Dios mío! ¡Lo siento tanto, soy tan torpe! ¿Te quemé? ¿Estás bien? - Rápidamente, la chica comenzó a levantar los tarros vacíos y la bandeja del suelo.
- Estoy bien, tengo puesto un jersey grueso. - Ella lo miró y rió. Su rostro era exactamente igual al de Sarah, los ojos, la boca, la nariz pequeña y graciosa... todo, todo idéntico. - ¿Azúcar? - No pudo evitar preguntar, mirándola a los ojos. Ella lo observó confundida.
- ¿Perdón? Si quiere azúcar debe pedírsela a Mely, en el mostrador. Con permiso... - Intentó zafarse y volver para buscar más café, pero él se lo impidió.
- ¿Sarah? ¿Eres tú? - Insistió, aún a sabiendas de que no era ella.
- Oh... tú también la conocías... - En instantes el semblante de la muchacha se ensombreció. - No, yo soy Summer. Sarah era mi hermana. Gemelas idénticas. – Una risa irónica escapó de sus labios.
- Oh, lo siento mucho... - Se disculpó Gee, soltándole el brazo. Ella sonrió con pesar.
- No te preocupes, nos pasaba a menudo. ¿De dónde la conocías? Espera... ¿No eres ese cantante... eh... Gerard Wayne? - Preguntó frunciendo el ceño.
- Way. – Corrigió con amabilidad. - Sí, soy yo. Conocí a tu hermana anteayer en el hospital, chocamos por casualidad... La vi suicidarse, estuve allí. Quise impedirlo pero...
- Lo sé. Ella no te hizo caso. ¡Era tan cabeza dura! Cuando se le metía algo... - Summer suspiró y lanzó una risilla al aire. - Te vi en la librería. - Añadió. - Y también a tu hermano, ¿Fuiste a comprar “El Señor de los Anillos”?
- Sí, pero me ganaste de mano. - Ambos rieron.
- Lo siento, debo ir a trabajar o Melinna me cortará la cabeza. ¿Por qué no vienes un día y charlamos? Podemos tomarnos un café... - Él rió ante la ironía, le caía bien esa chica. - Yo pago, después de todo... es culpa mía que tu cazadora esté toda manchada...
- De acuerdo. - Aceptó él, y luego la observó irse con alivio.

Bueno, al menos no era la reencarnación del niño de “Sexto Sentido”... y había alguien que le debía una disculpa, pensó con satisfacción. Y con una risita volvió a sentarse junto a un anonadado Mikey.

Cause love’s such an old fashioned word
And love dares you to care
For people on the edge of the night
And love dares you to change our way
Of caring about ourselves
This is our last dance
This is our last dance
This is ourselves under pressure
Under pressure, under pressure.

**PerfecT.-_RevengE**

**PerfecT.-_RevengE**
Honey, this mirror isn't big enough for the two of us
Honey, this mirror isn't big enough for the two of us

Me gustó muchooo, XD amé lo del niño de sexto sentido ocurrente a decir verdad (parrezco critica Razz), ya me hice fan de tu fic ya lo amo cheers XD

Se despide una fiel fan de tu fic study lol!

Xo Like a Star @ heaven

http://www.fotolog.com/geexroxix

Jessie_Hyuuga


Romance
Romance

Hola! We, kmo siempre muxas grax x los reviews, aki toi... actualizando luego de un lindo finde en casa de mis tios n.n, no los distraigo mas i poh... les va el capi!!

TRES
HEADFIRST FOR HALOS.


4 de Febrero de 2008.


Yeah.
Well let's go back to the middle of the day that stars it all.
I can't begin to let you know just what I'm feeling,
And now the red ones make me fly,
And the blue ones help me fall,
And I think I'll blow my brains against the ceiling,
And as the fragments of my skull begin to fall,
Fall on your tongue like pixie dust,
Just think happy thoughts and we'll fly home.


La mañana siguiente amaneció soleado. Gee planeaba levantarse tarde, darse una ducha, almorzar algo y, tal vez, ir al video club para alquilar “El Señor de los Anillos”. Sin embargo, había algo que ocupaba su mente y que no lo había dejado disfrutar de su ducha tanto como hubiese deseado.
La tarde anterior, luego de su encuentro con Summer en Starbucks, él y Mikey habían ido al departamento para hablar sobre el problema que tenía su hermano con Alicia. Resulta que a ella se le había metido en la cabeza que Mikey la engañaba con otra mujer y, cuando a esa chica se le mete algo no hay quien la quite de su postura. Total que ella y Mikey habían peleado y ella se había ido del departamento que compartían. Él, por supuesto, que quería reconciliarse, pero, según ella, simplemente estaba haciéndose el tonto para poder seguir viéndose con su amante, y Gee estaba seguro de que esas ideas raras se las había metido su queridísima ex mujer en la cabeza.

- No te preocupes. - Le había recomendado Gee a su hermano, mientras comían pizza sentados en almohadones en el suelo, recordemos que la sala estaba sin muebles dado la remodelación. - Ya se dará cuenta de que estaba equivocada y te pedirá perdón. Eso o siempre está la posibilidad de que encuentres a otra chica.

Con un suspiro cargado de preocupación, Gee salió de la ducha, se vistió y fue directo al video club, saltándose el almuerzo; ya comería viendo las películas. Pero, apenas acababa de agarrar las llaves, cuando el teléfono sonó.
Preguntándose quien sería, Gee se dirigió al teléfono y descolgó.

- ¿Diga?
- Hola, Gee, soy yo, Summer.
- Ah, hola, Azúcar, ¿Cómo estás? Oye, ¿Cómo conseguiste mi número? - Gee relajó el semblante, por un momento creyó que Frankie le tenía una mala noticia con respecto a su tío.
- Bien, gracias. – Ella rió ante la última pregunta. – Me lo pasó Melinna, no te molesta ¿Verdad?
- No, por supuesto.
- Oye, esta tarde tengo una hora libre en el trabajo, ¿Quieres darte una vuelta por la cafetería así charlamos? Recuerda que yo invito el café.
- Claro, ¿A qué hora quieres que vaya? - Preguntó, entusiasmado. Realmente necesitaba salir un poco, y una charla con Azúcar no le vendría nada mal.
- ¿A eso de las tres te parece bien? - Propuso ella, por su tono de voz debía estar sonriendo al otro lado del tubo.
- Por supuesto, nos vemos ahí. Adiós.

Y colgaron. Fue ahí cuando a Gee se le ocurrió una idea, y no pudo siquiera esperar a volver del video club, tenía que llamar a su hermano de inmediato.

- ¿Hola? - La voz de Mikey algo adormilada lo saludó en cuanto terminó de marcar el número.
- Mikey, soy Gee.
- Hola, ¿Qué sucede? ¿Por qué me llamas tan temprano? - Gee rió.
- En primera, no es temprano, es la una del mediodía y ya deberías haberte levantado, y en segunda... ¿Quieres que vayamos hoy a las tres a tomar café a Starbucks? - Propuso con aire sospechoso, gracias a Dios que su hermano no podía verle la cara, sino hubiese visto una sonrisa maliciosa que afloraba en sus labios.
- Claro. Almuerzo y voy a tu casa, ¿Quieres? - Un bostezó se oyó proveniente de Mikey.
- Jaja, está bien. Te espero a eso de las dos y media, iremos caminando.
- De acuerdo, adiós. - Y colgó.

Y así, silbando y un poco más feliz con respecto a su hermano, Gee por fin pudo ir a alquilar la tan ansiada película.



We'll fly home.
You and I,
We'll fly home.
C'mon.


Acababa de terminar de ver la primera de las tres películas que había alquilado, cuando el timbre sonó dos veces consecutivas.

- ¡Ya voy! - Gritó desde la cocina, donde había ido a apilar los platos sucios. Abrió la puerta y se encontró con su hermano. Estaba algo despeinado a causa del fuerte viento que se había levantado afuera. Vestía una cazadora de jean y un pantalón de corderoy, negro y grueso.
- ¿Ya estás listo? - Preguntó, sonriendo con ironía.
- Un segundo. - Pidió Gee, calándose su boina negra de corderoy hasta las orejas y poniéndose su cazadora de cuero negra, su favorita. - Ahora sí.

Como siempre, iban caminando con las manos en los bolsillos, en silencio. Hasta que por fin Mikey se decidió a romperlo.

- ¿Vamos a encontrarnos con alguien? - Preguntó, suspicaz.
- Sí, Azúcar... Summer nos espera allá, me invitó a tomar un café y me dije: "Bueno, ¿Por qué no llamarlo a Mikey?", El resto ya lo sabes. - Gee se encogió de hombros con inocencia. No planeaba que Mikey y Summer acabaran enamorándose, simplemente quería que su hermano se distrajera un poco y alejara, aunque sea durante una hora, a Alicia de su mente.
- No puedo creer que realmente existiera, ¡Su gemela! ¿Quién lo hubiera creído? – Gee no contestó, perdido en sus divagaciones y él lo notó. - ¿En qué piensas? - Mikey interrumpió el hilo de sus pensamientos.

Estaban parados en la puerta de Starbucks y aún no entraban, la verdad es que ni se había dado cuenta de que ya habían llegado, con lo ocupado que había estado en sus cavilaciones a cerca de Mikey, Alicia y Summer; ¿Estaba bien aquello que estaba haciendo? Es decir, Mikey y Alicia habían terminado definitivamente, ¿No? ¿Por qué no hacer que su hermano la pasara mínimamente bien con otra chica si eso lo hacía feliz?
Entraron, Mikey mirándolo algo raro por su tan prolongado silencio, cuando oyeron que alguien los llamaba.

- ¡Chicos! ¡Aquí! - Se giraron y, en una mesa del fondo, Summer les hacía señas con las manos. Sonreía y su delantal con el símbolo de Starbucks y el enorme bolsillo para el dinero que llevaba en el pecho estaba junto a ella en el asiento.
- ¡Hola, Azúcar! Mira, él es mi hermano Mikey, Mikey, ella es Summer... - Gee hizo las pertinentes presentaciones y pudo observar como su hermano sonreía al verla. Se sentaron uno a cada lado de ella, dejándola en el medio, y, luego de quitarse los abrigos y, en caso de Gee, la boina, una compañera de trabajo de Summer se les acercó para tomar su orden.

Well now I'm back in the middle of the day that starts it all.
I can't begin to let you know just what I'm feeling,
And now the red ones make me fly,
And the blue ones help me fall,
And I think I'll blow my brains against the ceiling now.


- ¿Qué puedo servirles, chicos? - Pidió con amabilidad.
- Ehmm... ¿Qué quieres tomar, Azúcar? - Gee miró interrogante a su amiga, dado que de sobra sabía lo que quería su hermano.
- Un Latte con canela...
- De acuerdo, entonces dos Lattes con canela y un descafeinado con dos de azúcar. - La chica se retiró y Summer miró extrañada a Gee.
- ¿Dos Lattes con canela? ¿Para quién es el otro?
- Para mí. - Se adelantó Mikey antes de que su hermano pudiera abrir la boca siquiera. - Es mi favorito.
- ¡También el mío! - Summer abrió mucho los ojos y sonrió encantada. - ¿No amas la forma en que la canela te hace picar la boca pero a la vez se suaviza con la leche? ¡Es genial!
- Precisamente por eso me gusta... – Coincidió él sonriente. - Oye, el otro día te vimos en la librería, ¿Qué compraste?
- “El Señor de los Anillos”, sin duda es el mejor libro de la historia. - Gee sonrió, iba a agregar que también él lo creía así, pero su hermano volvió a hablar.
- ¿En serio? A mi también me gusta, ¿Has leído la trilogía de “La Materia Oscura” de Philip Pullman? - Se interesó.
- No, aunque me han dicho que es muy buena, en base a esos libros se hizo la película “La Brújula Dorada” ¿No? - El café acababa de llegar y Summer jugueteaba con la cucharita en la espuma cubierta por una brillante capa de canela de su Latte, gesto idéntico al de Mikey. Gee, un poco abatido por no recibir la atención que esperaba (En realidad lo estaban ignorando olímpicamente), apuró el café de un solo trago y se apresuró a pedir otro.
- Sí, pero realmente debes leerlo, es un libro muy bueno, bueno, unos libros. - Ambos rieron.

We'll fly home.
You and I,
We'll fly home.


Gee suspiró. De acuerdo, eso entraba en sus planes, ¡Pero no el hecho de que lo ignorasen! Cálmate, Gee, suspira hondo y relájate, no es tu culpa que se hayan caído bien, no es tu culpa que hayan tenido mejor onda que tú con ella, no es tu culpa, no lo es. Gee contó internamente hasta diez, sin respirar, y luego tomó una gran bocanada de aire, eso generalmente lo ayudaba a relajarse.
Los miró atentamente. Ahora ambos contaban anécdotas de sus mascotas de la infancia y luego se reían, finalmente pidieron otra ronda de café y descubrieron que el tiramisú era el poste favorito de ambos.

- Bueno, chicos, me divertí mucho, pero ya tengo que irme a trabajar, ¡Ni se imaginan lo tirana que se pone Melinna a veces! Aquí les dejo mi número y, Mikey, un día tenemos que ponernos de acuerdo y salir, ¡Me divertí muchísimo! - Y, tras despedirse con una sonrisa, se alejó poniéndose el delantal para comenzar a trabajar.
- ¿Y? ¿Qué te pareció Azúcar? - Preguntó Gee, mirando con una media sonrisa en los labios a su hermano una vez que Summer estuvo bien lejos de ellos.
- Es muy simpática. - Mikey también sonreía. - A propósito, Gee, siento mucho no haberte ayudado ayer con la pintura de tu casa, pero te prometo que mañana me pasaré bien temprano por ahí y pintaremos, ¿Está bien?
- Sí, no te preocupes, pero más te vale no dejarme plantado otra vez... - Amenazó medio en broma medio en serio, alzando el puño.

Abandonaron la cafetería en silencio, Gee se sentía extraño, por un lado estaba feliz de que su hermano haya encontrado una forma de canalizar su bronca hacia Alicia y por fin se haya despejado aunque sea un poco, pero por otro sentía un nudo en la garganta que le iba aprisionando cada vez más hasta instalarse de forma molesta en su pecho y una puntada parecida a los celos le atenazaba la boca del estómago, pero... él no estaba celoso, ¿Verdad? No, claro que no...

Now honestly, that's what I said to her.
What I said to her.




- Oye, Mer, ¿Qué hacías con Mikey y Gee? - Preguntó Melinna, curiosa. Summer estaba silbando y sonriendo, a veces también tarareando, mientras limpiaba las mesas, lo cual hacía sospechar a Mely.
- Nada, simplemente son amigos. - Repuso ella, sin dejar de tararear algo que sonaba sospechosamente como a “Close To You”.
- Sí, claro. Escucha, Mer, no quiero entrometerme ni nada, pero más te vale que Lindsey no se entere de esto... - Advirtió Mely con cierto tono sombrío.
- ¿Lindsey? - Preguntó Summer, con el ceño fruncido y plena curiosidad. - ¿Lindsey Ballato?
- La misma. Viene seguido aquí y, ya sabes, es la ex esposa de Gee. Es muy celosa, así que mejor que no te vea cerca de su marido...
- Ex marido. - Matizó la ojiverde con un tono indiferente en la voz. - Y la verdad es que no me importa, no estoy haciendo nada malo, simplemente tomo un café y charlo un poco con dos amigos, ¿Es acaso un pecado?
- No para ti, Mer, no para ti... - Y meneando la cabeza con gesto grave, Mely volvió detrás del mostrador para seguir atendiendo a sus clientes.

Summer suspiró, no sabia que pensar. Se sentía muy bien estando en compañía de Mikey y Gee, aunque no quería acarrearse problemas con una ex esposa peligrosa y de carácter difícil. Volvió a suspirar y, al pensar en sus nuevos amigos una leve sonrisa salió a flote en sus labios. ¿Qué le estaba pasando? Siempre había tenido amigos hombres y nunca había sentido aquello... Era como una paz, una calma y unos deseos incontrolables de cantar y bailar... Recordó el rostro de Gee, sus ojos verdes brillantes y redondos, bellos... y luego la sonrisa tierna y dulce de Mikey, que transmitía tanta confianza, y no pudo más que reír... Realmente se sentía bien en su compañía, más que bien... ¿Es qué acaso le estaban gustando los hermanos Way?

Think happy thoughts,
Think happy thoughts,
Think happy thoughts,
Think happy thoughts,
Think happy thoughts,
Think happy thoughts,
Think happy thoughts,
Think happy thoughts,
Think ha... WOO!


I hasta aki x hoi... espero ke lo disfruten! Esta es una de mis canciones favoritas de MCR! Besitos de muffins con caramelo y crema!! Io... La loka de siempre n.n

10The Ghost Of You (Songfic Romance/Drama) Empty Re: The Ghost Of You (Songfic Romance/Drama) Miér Nov 05, 2008 4:22 am

ilegw_mcr

ilegw_mcr
Romance
Romance

me fascina tu fic!

waa es muy interesante la trama, y como escribes!
escribes muy bien ^^
weno sigele pronto Razz

11The Ghost Of You (Songfic Romance/Drama) Empty Re: The Ghost Of You (Songfic Romance/Drama) Miér Nov 05, 2008 5:47 am

Girl of the Shadow's


Headfirst for halos
Headfirst for halos




se habra enamorado de los hermanitos way?

y los hermanitos way se enamoraran de ella?

esta muy bueno... seguilo pronto...

chemical kisses

**PerfecT.-_RevengE**

**PerfecT.-_RevengE**
Honey, this mirror isn't big enough for the two of us
Honey, this mirror isn't big enough for the two of us

Ahhhhh ia no awanto tu fic me come Razz
Cada vez me gusta mas lol!
study Lo leo siempre lo juro Rolling Eyes

Siguelo Twisted Evil

Xo Like a Star @ heaven

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Jessie_Hyuuga


Romance
Romance

Aiii ke ilusionnn!!! *-* Mi fik es kerido waaa! Ia deliro xD Hola mis keridisisisisisiiiisimos/as lectores/as! kmo andan?? n.n Ps io bn, aka, actualizando mi cosa ezta ke se supone ke es un fik O.o En fin... ahi les va el capi 4... en mi humilde opinion uno de los ke mejor me kedo, a ver ke dicen eh??

CUATRO
IS NOT A FASHION STATEMENT, IT’S A DEATHWISH.


5 de Febrero de 2008.


For what you did to me,
And what I'll do to you,
You get, what everyone else gets,
You get a lifetime!


Aquella mañana, Gee, inexplicablemente, se levantó de buen humor, hasta fue silbando “This Is The Best Day Ever” hasta la ducha (Y eso que hacía mucho que no tocaban esa canción).
Tras irse a bañar, cantando a todo pulmón, desayunó algo rápido y luego se puso la cazadora para ir a devolver las películas al video club. Al volver, y tras ponerse a leer una revista sobre decoración de interiores que había adquirido para remodelar la casa, se dispuso a esperar a que su hermano llegara. Habían convenido que él estaría en el departamento a eso de las 11.30 y, luego, irían juntos a comprar la pintura, los pinceles, rodillos, etc.
Pero eran las 11.45 y su hermano aún no llegaba... 12... 12.30... 12.45 y de Mikey ni sus luces.
Ya Gee estaba a punto de llamarlo a su celular, cuando sonó el teléfono. Rápidamente se levantó a contestar, ¿Qué tal si le había pasado algo?

- ¿Diga?
- ¿Gee? Soy yo, Mikey. Escucha, lamento no haber ido a tu casa, pero surgió algo a último momento... - Desde atrás se oían conversaciones lejanas y tumulto de gente, luego se oyó una risita tonta y un "¡Hola, Gee!" Algo ahogado de una voz conocida.
- ¿Estás con Azúcar? - Preguntó, frunciendo el ceño. Luego oyó más risitas, una de ellas proveniente de Mikey, seguido de un “¡Shh!” De éste último.
- ¿Qué? Ah, sí, estoy con ella. Lo siento, no te oigo bien, es que estamos en el centro comercial, me llamó para que la acompañe a comprar unos libros... - Luego se escucharon más risas y un “¡Basta ya!” Cargado de diversión.
- Oh... bueno, no importa, pero la próxima vez avísame antes si planeas hacer algo que no me incluya. - La frase estaba desbordante de reproche.
- ¿Qué? No te escucho bien, la señal es fatal... - Hubo un momento de silencio y luego Mikey retomó la conversación. - Bueno, no importa, ya hablaremos más tarde... Adiós.
- Nos vemos... - Pero antes de que Gee terminara la despedida, Mikey había cortado la comunicación. - ¡Aish, voy a matarlo!

Lets go!
Do you remember that day when we met?
You told me "This gets harder"
Well, it did!
Been holding on forever,
Promise me that when I'm gone you'll kill my enemies,
The damage you've inflicted temporary wounds,
I'm coming back from the dead and I'll take you home with me
I'm taking back the life you stole.


Era tal la bronca que tenía encima, que arrojó el teléfono al otro lado de la habitación y fue un verdadero milagro que no se hiciera pedazos. ¿Por qué se sentía así? Era como si estuviera ultrajado, traicionado... Era más bien un ilógico e irracional ataque de celos que le apretaban la boca del estómago sin dejarlo despejar la mente y pensar en frío. Respiró hondo y se calmó. Bien, está bien. Mikey tiene todo el derecho a salir con Summer, después de todo... Eran amigos, ¿No? ¿O había algo más? ¿Era acaso que a Mikey le estaba empezando a gustar Summer como algo más que simplemente una amiga? ¿O simplemente era que, al que le estaba empezando a gustar Summer de esa manera, era a Gee? No, no podía ser. Gee sacudió la cabeza, como intentando alejar aquellos pensamientos de su mente. A Gee no le gustaba ella, no podía ser... Era más bien... Amor fraternal. Sí, eso era, ahora que la conocía mejor veía en Summer la hermana pequeña que nunca había tenido... Sí, era simplemente eso...
Y como intentando convencerse de eso mismo, se dirigió al equipo de música y puso “American Idiot” de Green Day a todo volumen.

We never got that far,
This helps me to think all through the night
Bring lights that, won't kill me now, or tell me how
Just you and I, your starless eyes remain.




- ¡Oh, Mikey! ¡Me he divertido muchísimo! – Repuso Summer con una risita graciosa.
- ¿Cómo “he”? ¿Ya piensas abandonarme? – Mikey compuso un puchero con ojos de cachorro abandonado tan irresistible que Summer no pudo más que sonreír y morderse el labio inferior con culpa.
- ¡Deja de ponerme esos ojos de cachorro mojado bajo la lluvia! De acuerdo, vayamos a tomar algo... ¡Por favor a Starbucks no! – Suplicó, y él lanzó una carcajada.
- De acuerdo, ¿Qué te parece si vamos a algún bar? Pronto se largará a nevar y sinceramente no tengo ganas de chupar tanto frío. – Ella aceptó con una sonrisa divertida en el rostro.
- ¿Sabes? Me divierto mucho contigo... Pero me siento un poco culpable por Gee... ¡Lo hemos dejado solito! – Mer frunció los labios con desazón.
- Tienes razón, debe odiarme, es la segunda vez que le digo que pintaré su casa con él y no lo hago... – Mikey suspiró, y luego largó una carcajada.
- ¡Eso no es gracioso, Michael! – Lo reprendió ella, aunque no pudo evitar largar una carcajada al ver nuevamente la cara de cachorro mojado. - ¡Deja de hacer eso!
- ¿Hacer qué? – Preguntó él con inocencia, haciéndose el desentendido.
- ¡Esas caras! Oye, espera... ¿Dijiste que Gee tiene que pintar su casa? – Mer lo hizo detenerse en medio de la calle, estaban a solo un paso del bar más cercano.
- ¿Qué? Sí... ¿Y eso qué tiene de interesante? Vamos... ya estamos cerca del bar... – Mikey tironeó de ella para llevarla, pero ella se resistió y una sonrisa comenzó a formársele en los labios como siempre que se le ocurría algo.
- ¡No, espera! Tengo una mejor idea...



Hip, hip, hooray for me, you talk to me,
But would you kill me in my sleep?
Lay still like the dead
From the razor to the rosary
We could lose ourselves
And paint these wall in pitchfork red.


Tras la conversación telefónica con su hermano y aquellos nuevos pensamientos que no lograba refrenar y seguían acudiendo a su mente, Gerard comenzó a desesperarse. Para evitar a toda cosa pensar en algo que no sea sumamente irrelevante, prendió su equipo de música, insertó “Dookie” (Otro CD de Green Day) y le subió el volumen más que antes. Bueno, con eso por lo menos mantendría a raya todo el influjo de sensaciones y emociones que se le iban al pecho y le dificultaban la respiración cada vez que pensaba en Mikey y Azúcar juntos, al menos así no ocupaba la mente en otra cosa que no fuera la estruendosa música. El problema fue que, cuando quiso darse cuenta, el CD había terminado y él ya no tenía nada que hacer.
Se levantó a regañadientes del cómodo sofá donde estaba tirado y fue a apagar el equipo. Sin saber que más hacer, podía escuchar otro CD, pero eso ya se tornaría monótono; miró a su alrededor, desesperado, buscando cualquier cosa, por más mínima que fuera, que lo tuviese entretenido el tiempo suficiente hasta que tuviese noticias de su hermano (Es decir hasta que supiera, de buena fuente, que ellos ya no estaban juntos), pero la solución se presentó más rápido y fácil de lo que él creía.
Cuando estaba a punto de ponerse a chillar como un poseso o a colapsar de aburrimiento, el timbre sonó dos veces seguidas: Así era como llamaba Mikey siempre.
Apresuradamente se dirigió a abrir y, ante su gran sorpresa, Mikey y Azúcar estaban parados frente a la puerta, ambos con sendas sonrisas en el rostro y unas bolsas enormes de color blanco con el enorme e inconfundible logotipo de Starbucks.

- Hola... – Gee los dejó pasar, aún mudo por la sorpresa, sin saber que decir.
- ¡Hola, Gee! Me sentía culpable por haberte robado a tu hermano, así que vinimos... ¿Y a qué no adivinas qué? – Gee simplemente negó con la cabeza. - ¡Vamos a ayudarte a pintar! ¡Tachán!

Dejó una de las bolsas sobre el sofá que minutos antes él ocupaba y de adentro sacó varias latas de pintura. Luego comenzó a abrir las otras y sacó todo tipo de pinceles, brochas y rodillos y hasta un balde.

I will avenge my ghost with every breath I take
I'm coming back from the dead and I'll take you home with me
I'm taking back the life you stole.


- ¿Qué te parece el color hielo? – Preguntó, extendiendo un pomito con pintura. – Es un celeste muy claro, casi blanco, ¿Te gusta? Era este o verde Egeo...
- Le comenté como eran tus paredes y creyó que lo mejor era eso. – Mikey se encogió de hombros. – A mí me gusta. También tenemos barniz oscuro para los zócalos y las puertas y una guarda color azul “Pitufo”, ¿Qué te parece?
- ¡Genial! ¿En serio piensan ayudarme? – Desconfió Gee, curioseando entre todas las bolsas. - ¿Trajiste café? – Summer asintió con la cabeza. - ¡Oh, Azúcar, eres fantástica!
- No me lo agradezcas, es lo menos que puedo hacer luego de haber hecho que pospongas durante dos días seguidos la pintura de tu casa... ¡Bueno, haraganes, a trabajar!

Luego de hacer la mezcla, comenzaron a esparcir la base blanca sobre la cual pintarían luego la de color hielo. Una vez terminada, la combinación de claro con oscuro quedaría fabulosa. Gee tomó una brocha, la mojó en la pintura y se dispuso a pasarla por la pared cuando un chorro espeso y frío le impactó en la nuca.

- ¿Qué demo...? – Al darse vuelta vio a Mikey con cara de falsa inocencia y tratando de camuflarse con el paisaje. - ¡Ya verás, pequeño ingrato!

Gee corrió a su hermano por toda la habitación con el pincel en la mano, listo para embadurnarle toda la cara, pero desgraciadamente Mikey se agachó en el último minuto y la perjudicada acabó siendo Summer. Así, intentando vengarse, terminó pintándole todo el pecho a Mikey. Y, pincelazo va, pincelazo viene, al final acabaron haciendo la más grande y épica batalla de pintura, quedando más cubiertos de blanco ellos que las paredes.



This hole that you put me in
Wasn't deep enough
And I'm climbing out right now
you're running out of places to hide from me
When you go
Just know that I will remember you.


- ¡Uff! ¡Eso ha sido agotador!

Gee se dejó caer en el suelo cubierto por sábanas llenas de manchas de pintura sobre un almohadón. Summer estaba sentada a su derecha y Mikey a su izquierda, ambos con sendos tarros de café de Starbucks en las manos. Acababan de terminar su cuota de pintura por ese día y decidieron darse un “break” para descansar los pies y las muñecas por tanto trabajo arduo. La capa de pintura blanca estaba casi completamente esparcida, y digo casi porque aún les faltaban unos metros, exactamente los que están cerca del techo, a los cuales ninguno de ellos llegaría sin la ayuda de una escalera, la cual conseguirían al día siguiente.

- ¡Estoy muerta de hambre! – Se quejó Summer, terminando su café de un trago y dejando el tarro vacío en el suelo, junto al sofá.
- Yo también, - Coincidió Mikey, frunciendo el ceño. - ¿Qué tal si pedimos unas pizzas? Podemos hacer una cooperativa para pagarlas... – Propuso con mirada pícara.
- ¡Perfecto! – Aceptó Gee de inmediato. – Yo llamo, conozco un lugar donde las hacen genial.

Se dirigió de una rápido y ágil movimiento al teléfono, ubicado al fondo de la habitación (Junto a la pared que primero pintaron y que, por ende, ya estaba seca) encima del sofá que hacía las veces de cama, junto con un reproductor de MP3 que se había quedado sin pilas.
Tras telefonear a la pizzería y hacer el encargo, Gee volvió a su lugar en el suelo, donde Mikey y Azúcar charlaban sobre los empleos que habían tenido.

- ¡Oh, Gee! Mikey me acaba de contar que has ido a la Universidad de Artes Visuales, aquí, en Nueva York. – Ella sonaba extasiada y lo miró directo a los ojos, genuinamente interesada.
- Sí, me gusta mucho pintar... Cuando ordene este chiquero prometo que te mostraré alguno de mis trabajos. – Ofreció con una sonrisa que derretiría hasta al mismísimo polo.
- ¿En serio? ¡Eso sería genial! Yo estudié arte en la Universidad de Bellas Artes de Michigan, aunque por supuesto que no se compara con estudiar aquí, pero es algo. Aunque, sinceramente, prefiero la fotografía a la pintura. – Comentó ella, haciendo un mohín adorable con los labios.
- ¿Haces fotografía? ¿Y cómo es que trabajas en Starbucks? Supongo que tus fotos no son tan malas como para que el único empleo disponible que te ofrezcan sea de camarera.

Gee compuso una mueca burlona y ella rió. Mientras, Mikey miraba de uno a otro, como si de un partido de tenis se tratase, y una sonrisa de perversa satisfacción se curvó en la comisura de sus labios al ver lo bien que se compenetraban su hermano y Mer.

If living was the hardest part
We'll then one day be together
And in the end we'll fall apart
Just as the leaves changing color
And then I will be with you
I will be there one last time now.


- No, es que... Quiero entrar a una galería que está a un par de calles de aquí. ¡No sabes, es fantástica! Y andan buscando a alguien que quiera presentar sus fotografías o pinturas en una exposición, pero... No sé... Tengo miedo de no estar a la altura... – Summer miraba hacia el suelo, frunciendo el ceño mientras hablaba, como si lo dijese más para sí misma que para él, quien la escuchaba con suma atención.
- Chicos, ya llegó la pizza. – Anunció Mikey, con algo de culpa por interrumpir el momento de compenetración. El timbre había sonado y ellos ni se habían dado cuenta de tan absortos que estaban en su conversación.

Al final pagó Mikey, alegando que la idea de pasar una tarde tan divertida había sido de Summer y que Gee estaba poniendo su departamento, así que era su turno de hacer algo.
Tras arrasar con la pizza y con las reservas de Coca-Cola Light que Gee tenía en su refrigerador, Summer bostezó y se desperezó con igual parsimonia y gracia con la que lo hubiera hecho un gato adormilado.

- Bueno, chicos, la pasé genial... Pero ya debo irme; mañana tengo que trabajar y ya saben lo tirana que se pone Mely si llego tarde, además mi mamá debe de estar preguntándose dónde demonios me he metido. Ojo, no es preocupación, solo curiosidad. – Bromeó, guiñando el ojo.

Mientras hablaba, se puso de pie y se calzó la chaqueta sobre la ropa vieja, agujereada y manchada que se había puesto para pintar, enganchándose en el brazo el bolso con la ropa limpia.

When you go
Just know that I will remember you.


- ¿Quieres que te lleve? – Se ofreció Gee, pasándose una mano por la parte de atrás de la cabeza y despeinándose un poco en el proceso.
- No, no. Mi casa no queda muy lejos de aquí, iré caminando. – Mer declinó la oferta con una sonrisa de agradecimiento.
- ¿Ni siquiera un taxi? Es tarde y está nevando... – Pero Mikey no alcanzó a acabar la frase que ella ya estaba cruzando el umbral de la puerta.
- Michael, tengo 29 años, ya no soy una niña y puedo cuidarme perfectamente bien sola. – Mer alzó una ceja divertida. - ¡Adiós, chicos!

Y, tras lanzarles un beso, Summer, o Azúcar, desapareció de la vista de ambos escaleras abajo, saliendo a la fría noche para volver a su casa.
A partir de ese día, lo de pintar y cenar en casa de Gerard, batallar con pintura y tomar Coca-Cola Light los tres juntos, acabaría por hacerse una costumbre, hasta tal punto que se verían todos los días a partir de ese momento y, en el fondo, los tres sabían que se había creado un lazo de amistad increíblemente fuerte.

I lost my fear of falling,
I will be with you,
I will be with you.


I ia es todo! Les dejo mis mas grandes bezotes de cirope de caramelo bye!! n.-

Girl of the Shadow's


Headfirst for halos
Headfirst for halos

me encanto!!!


espero que subas

un nuevo fic pronto!!!

chemical kisses!!!!

**PerfecT.-_RevengE**

**PerfecT.-_RevengE**
Honey, this mirror isn't big enough for the two of us
Honey, this mirror isn't big enough for the two of us

ahhhhhhhh >.< lo amoooooo Twisted Evil
Arrow AMO Arrow tu forma de escribir
Arrow AMO Arrow tu fic
Arrow AMO Arrow a Gee
Arrow AMO Arrow esta comu
Arrow AMO Arrow Que sigas tu fic n.n Exclamation

Xo Like a Star @ heaven

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Jessie_Hyuuga


Romance
Romance

Waaa! Aki toi io xD... actualizando zta coza xDD! K tal, mis kridos? Io bn... feliz pk ando medio kmo kn algo kn alguien.. (Aunk el tnga 23 i io xDD 16 sh, eso no c dic! xD) Kmo ca, les djo el cap d hoi... Aunke es mui largo i tengo ke cortarlo... asi ke les va la parte 1! enjoy it!

CINCO
DISENCHANTED (Primera Parte).


6 de Febrero de 2008.


Well I was there on the day
They sold the cause for the queen,
And when the lights all went out
We watched our lives on the screen.
I hate the ending myself,
But it started with an alright scene.


Aquella mañana, Mikey se despertó un poco luego del amanecer. La noche anterior había dormido de tirón y muy tranquilo, repitiendo una y otra vez en su mente los rostros de Gee y Mer al descubrir todas las cosas que tenían en común. Mer era una gran chica, muy espontánea, divertida y sabía como sacarle una sonrisa a la gente, la clase de persona que Gee estaba necesitando para olvidar a Lindsey, ya sea como amiga o como algo más, pero Mikey notaba que su hermano estaba, por fin, bien en compañía de alguien y no con ese humor tan huraño y retraído que acostumbraba tener.
Sin embargo, había algo que lo inquietaba y eso era el asunto del tío de Frankie. Luego del día del hospital no habían tenido más noticias del asunto, ni ellos dos ni Ray y Bob, ¿Era qué Frankie los estaba evitando? ¿O simplemente no había ocurrido nada digno de mención en los últimos tres días? Por las dudas, Mikey decidió telefonear a Gee a ver si quería hacer algo o si planeaba darse una vuelta por el hospital para hablar con su amigo.

- ¿Diga? – La voz de Gee sonaba despejada, como si hiciera mucho que estaba despierto.
- Hola, madrugador, que sorpresa encontrarte despierto tan temprano. – Se burló Mikey con sorna.
- Mira quien lo dice, la persona para la cual nunca amanece antes de la una del mediodía... – Gee siguió la broma. - ¿Qué sucede, Mikey?
- Nada, ese es el problema. Me preguntaba si hoy irías a ver a Frankie.
- Oh, eso. Yo también estoy algo preocupado, ya deberíamos haber tenido noticias suyas. – Gee chasqueó la lengua en señal de desaprobación.
- Eso mismo estaba pensando yo. Quería ir a verlo, ¿Crees que deberíamos hablar con Ray y Bob primero? – Sugirió Mikey, alzando una ceja a pesar de que sabía que su hermano no podía verlo.
- Eso creo... Tal vez deberíamos llamarlos... ¿Quieres darte una vuelta por aquí? Luego podemos ir a desayunar a Starbucks, tal vez encontremos a Azúcar... – Mikey reprimió una risita y rodó los ojos.
- De acuerdo, pero si la vemos no lo hagas muy largo, que luego Frankie se enoja porque llegamos tarde y con razón.

Y tras una despedida y unas risas más, Mikey colgó el teléfono. Acto seguido, llamó a Ray y a Bob, ambos estaban en su misma situación y no sabían nada a acerca de la situación del tío de Frankie, por lo que decidieron que se encontrarían los cuatro en la clínica a las tres, por lo que le había contado Bob, sabía de boca de Jamia, la novia de Frankie, que éste no había abandonado el hospital ni a sol ni a sombra, así que, seguramente, lo encontrarían allí.
Luego de hablar con Bob y Ray, Mikey se calzó la cazadora de jean y la bufanda y se dirigió a lo de Gee; el edificio no quedaba tan lejos, por lo que fue caminando y luego podrían tomar el metro.


It was the roar of the crowd
That gave me hartache to sing.
It was a lie when they smiled
And said: "You won't feel a thing"
And as we ran from the cops
We laughed so hard it would sting.
Yeah, yeah, oh.


Gee estaba algo preocupado luego de la charla que había mantenido con su hermano. No había tenido mucho tiempo de pensar en Frankie esa mañana, dado que había dado una vuelta por la galería de la que le había hablado Azúcar para ver de qué se trataba todo, tal vez mandara unos dibujos... Después de eso había vuelto a su departamento y, extenuado, se había quedado dormido con todo y cazadora en el sofá. Minutos después lo había telefoneado su hermano y había recordado la causa de su anterior preocupación: Frankie.
Con un poco de culpa por andar pensando en tales trivialidades como una galería de arte, Gee se caló la boina y se dispuso a esperar a su hermano.
Cinco minutos después sonó el timbre con la forma de tocar característica de Mikey. Gee se puso de pie como un resorte y abrió, pero, ante su gran sorpresa, quien estaba ante la puerta no era Mikey, sino Azúcar, acarreando con ella una enorme bolsa blanca de Starbucks.

Jessie_Hyuuga


Romance
Romance

CAP CINCO
DISENCHANTED (Parte Dos)


- ¡Hola! – Saludó ella, entrando y sacudiendo la bolsa delante de las narices del anonadado Gee. - ¡Vaya si hace frío afuera! Casi me congelo esperando a que abrieras la puerta. - Exageró y luego se carcajeó.

Gee seguía atónito, sin lograr articular palabra ante la inmensa y grata sorpresa de verla allí, con su sonrisa de buen humor habitual y el brillo en los ojos verde azulados.

– Mely me dio el día libre, por supuesto que tuve que rogarle, ¿No desayunaste, verdad? ¡Perfecto! ¿Vamos a Central Park? – Propuso con una enorme sonrisa entusiasta en las facciones y volviendo a sacudir la bolsa como para dar a entender que en ella tenía todo lo que se requiere para un desayuno.

Gee abrió la boca para contestar, pero ella lo interrumpió nuevamente con una nuevo torrente de palabras, y es que así era ella, hablaba a los atropellones, todo junto y mezclado, tanto era su entusiasmo y espontaneidad que era imposible de seguir a menos que le prestes mucha atención.

– Oh, a propósito, llamé a Mikey pero no me contesta ni en su departamento ni en su celular, ¿Vamos a buscarlo? Tengo ganas de verlo y seguro le gusta la idea de desayunar al aire libre. – Una vez que terminó, aguardó sonriente a que él respondiera.

If I'm so wrong (So wrong, so wrong)
How can you listen all night long? (Night long, night long)
Now will it matter after I'm gone?
Because you never learn a goddamned thing.


- Oh... yo... eh... la verdad es que me encantaría, Azúcar, pero no puedo ir contigo, lo siento. Mikey debe estar por llegar, iremos al hospital a ver a Frankie; aún no hemos recibido noticias de su tío. Realmente lo siento, tu plan sonaba divertido. En realidad, planeaba darme una vuelta a Starbucks para verte, el problema es que Mikey me pidió exclusivamente que no lo alargara mucho y si nos vamos de excursión, por así llamarlo, a Central Park, no volveremos hasta luego del almuerzo y él se pondría realmente furioso. – Se disculpó con una sonrisa franca. La sonrisa se borró al instante del rostro de Summer y desapareció su entusiasmo, luego suspiró.
- Está bien, entiendo y, la verdad, me temía algo por el estilo. Anoche oí en el noticiero que está muy grave. Cáncer, ¿Cierto? – Gee asintió con pesar al, nuevamente, recordar el aspecto destruido de su amigo la última vez que lo vio y ella chasqueó la lengua con entendimiento. El tío de Frankie debía de estar peor de lo que ella creía para que Gee compusiera aquella sonrisa tan devastadora.
- Si puedo ayudar en algo... – Se ofreció, sintiéndose culpable por estar pendiente de dónde irían a desayunar y no darse cuenta de que les estaba robando tiempo vital a sus dos amigos que podrían estar aprovechando en otras cosas más importantes como su banda, su familia, sus amigos u otras cosas más.
- Está bien. – Gee le restó importancia con un gesto, luego hubo un silencio prolongado, envolviéndolos a ambos mientras cada uno estaba sumido en sus propios pensamientos.

You're just a sad song with nothing to say
About a life long wait for a hospital stay
And if you think that I'm wrong,
This never meant nothing to ya.


- Quiero conocerlo. - Declaró ella de pronto, cortando abruptamente el silencio que los rodeaba. Gee la miró arrugando el ceño sin comprender.
- ¿A quién? – Inquirió con curiosidad, frunciendo el ceño en una arruga más pronunciada, confundido, quedando el gesto tan gracioso que ella no pudo más que reír.
- ¡A Frankie! – Summer giró los ojos y luego rió divertida, como si fiera tan obvio como que el cielo es azul. – Y a Bob y a Ray también. – Declaró.
- Oh. – Él captó a lo que se refería.
- Leí mucho en Internet sobre ustedes cinco, ¡Ni te imaginas la cantidad de sitios que hay sobre su banda! Al margen. Es como si ya los conociera, leí sobre sus gustos, miedos, metas, aspiraciones, fantasías, infancias, datos curiosos... ¡Todo! Solo resta que Mikey y tú nos presenten. ¡Vamos, Gee! Déjame ir al hospital con ustedes, por favor... – Suplicó. Gee, al terminar de comprender de qué iba todo, negó rotundamente con la cabeza.
- ¡Oh, no! ¡Ni hablar! Frankie está pasando por un momento delicado y tu solo lo desquiciarás. – Se negó él en redondo, conociendo a su loca amiga.
- ¡Oh, vamos! Por favor, prometo portarme bien y ser una niña buena. Por favor, por favor, por favor, por favor, por favor, ¿Sí? – El rostro suplicante de Summer y las manos entrelazadas en pose de ruego no pudieron más que ablandarlo.
- De acuerdo... – Accedió él al fin y a regañadientes. - ¡No debería ser legal que seas tan manipuladora! – Con un suspiro de derrota, echó a reír por el gesto victorioso que compuso ella. – Vamos... esperemos a Mikey abajo. Debe estar al caer.
- Vamos. – Repitió ella con una sonrisa y se colgó bien la bolsa del brazo. – Oye, ¿Es cierto que las sábanas de sus giras son de Bob Esponja? – Preguntó, sofocando una risita de burla. Gee simplemente giró los ojos y soltó un gruñido por lo bajo. – Tomaré eso como un sí. – Murmuró ella, largando una carcajada mientras pulsaba el botón de la planta baja en el ascensor.

Una vez abajo, se sentaron en un banco que había en la vereda a esperar a Mikey.

I spent my high school career
Spit on and shoved to agree
So I could watch all my heroes
Sell a car on TV
Bring out the old guillotine
We'll show 'em what we all mean.
Yeah, yeah, oh.


- Oye, ¿Qué pasó con lo de la galería? ¿Ya mandaste algunos trabajos a ver si tienes suerte? – Inquirió él con media sonrisa en los labios; ella arrugó la nariz y torció el gesto.
- Realmente, no. Ninguna de mis fotos me parece lo suficientemente buena como para eso.
- ¡Vamos, no digas eso! Seguro son geniales, deberías mostrarme algunas algún día. – La miró a los ojos con sonrisa franca y ella vaciló, bajando la mirada hacia sus zapatillas.
- Casualmente tengo unas aquí. Seleccioné las diez más decentes por las dudas de que me agarrase la locura y se me cruzara enviarlas. – Con un mohín de disgusto, y algo avergonzada porque no le gustaba andar mostrando sus trabajos, Summer sacó un portafolios con fotografías de adentro de la bolsa.

Gee le arrebató el portafolios de las manos con gesto impaciente antes de que ella se arrepintiera y, ante su bochorno, lo abrió y comenzó a pasar las fotografías con cuidado.

- ¿Realmente... realmente fuiste tú quien fotografió todo esto? – Preguntó él con asombro, mirando fijamente un jardín lleno de flores en el que una niña de no más de seis años, vestida delicadamente con un solero blanco y con el rojo pelo suelto, corría con una enorme tira de tela color rosa, riendo y mirando hacia atrás. Summer asintió imperceptiblemente con la cabeza, pero lo suficiente como para que él pudiera darse cuenta. Estaba avergonzada y tenía las mejillas encendidas.
- Lo sé, son malas. No tienes que decírmelo; me doy cuenta sola. – Alargó una mano, amagando a quitarle el portafolios a Gee, pero éste lo puso fuera de su alcance, embelesado con la última fotografía.

Era la puerta de una habitación en perspectiva, la puerta era de color celeste claro con la perilla plateada y estaba entreabierta, de ella colgaba un cartel floreado y muy delicado que decía en letras azules y grandes con letra prolija y delicada “No Molestar” y por la hendija entreabierta se veía a la misma niñita de seis años, con un solero diferente, éste de color turquesa, durmiendo apaciblemente sobre una cama con edredón crudo; tenía tal calma en las facciones que inspiraba una ternura inimaginable.

- ¿Malas? ¡Son espectaculares, Azúcar! Si no las mandas, las mando yo y me quedo con el crédito. – Amenazó en broma pero con el semblante serio, devolviéndole el portafolios. Ella rió y sus mejillas perdieron un poco de aquel fuerte color escarlata. – De verdad. ¿Quién es la niña que aparece en algunas fotos? – Preguntó interesado.
- Mi aijada. Su nombre es Gretel, acaba de cumplir los siete. Es la hija de Alison Paddock, una amiga mía de la infancia. – Murmuró ella, volviendo a enrojecer.
- Oye, que no te de vergüenza mostrar tus trabajos. Sean o no buenos, son lo que son y debes estar orgullosa de ellos; deberías mostrarlos con una sonrisa, no con la cabeza gacha y los cachetes colorados. – Comentó él, alzando una ceja. – La próxima vez que vengas a mi departamento te mostraré un dibujo que hice hace un tiempo. Me daba muchísima vergüenza mostrarlo porque tiene un significado muy especial para mí, pero luego me di cuenta de que es un dibujo realmente bueno y no soy quien para privar a la gente de verlo, ¿Verdad? – Aquel comentario falsamente ególatra cumplió su cometido y ella se puso a reír con ganas, perdiendo así todo rastro de vergüenza que aún pudiera albergar su rostro.
- ¡Gee! ¿Mer? – Mikey se acercó caminando por la acera, con las manos en los bolsillos y el cabello despeinado a causa del viento.
- ¡Mikey! – Summer se levantó y le dio un fuerte apretujón. – Gee me dejó acompañarlos al hospital. – Contestó ella con una sonrisa a la pregunta que él estaba por formular.
- Genial. – Repuso él con una sonrisa, mirándola a los ojos. Ella estaba colgada de su cuello y él la tenía aferrada de la cintura. Gee se paró junto a ellos y carraspeó ruidosamente con la garganta, algo molesto por la escena.
- ¿Vamos? – Murmuró con gesto sombrío, comenzando a caminar calle abajo. Mikey y Summer se miraron extraño, luego se encogieron de hombros y lo siguieron, ella acarreando la bolsa con el café y el portafolios.


If I'm so wrong (So wrong, so wrong)
How can you listen all night long? (Night long, night long)
Now will it matter after I'm gone?
Because you never learn a goddamned thing.


Llegaron al hospital cerca de media hora más tarde. Habían ido en taxi y, arriba de él y tomando una taza del café que había llevado Summer en un termo, habían hecho conjeturas acerca del posible estado del tío de Frankie y de la razón por la que él no se había comunicado con ellos hasta la fecha. Según lo que sabía Summer de haber trabajado en el hospital, si los enfermos de cáncer no superaban la quimioterapia dentro de la semana que había predispuesto el médico entonces sería suspendido el tratamiento y, dado que ya hacía casi una semana desde que Gee y Mikey habían tenido las últimas noticias del tío de Frankie, suponían que, o bien había mejorado en ese tiempo, o bien el tratamiento estaría a punto de ser suspendido. Era una suerte que contaran con alguien tan capacitado en medicina como Summer, cuya madre era doctora, para que los ayude a comprender mejor como se desarrollaría el tratamiento.

- Tranquilos. Él debe estar bien, de lo contrario Frank los hubiera llamado antes y no lo hizo. Él o bien su novia... Jamia, ¿Cierto? En fin. El tratamiento debe haber progresado, no se preocupen. – Los tranquilizó ella con una sonrisa tierna, esperando que sus palabras realmente fueran ciertas.

You're just a sad song with nothing to say
About a life long wait for a hospital stay
And if you think that I'm wrong,
This never meant nothing to ya.


Entraron al hospital caminando juntos y, al dar vuelta por el corredor indicado a la derecha, encontraron a Ray, Bob, Frankie y Jamia parados en círculo en mitad del pasillo, junto a las sillas de espera.

- ¡Chicos! – Los tres se acercaron a ellos, Summer algo rezagada, y saludaron. – Frankie, Ray, Bob, Jamia, les presento a Summer. Es amiga nuestra y además trabaja aquí. – Presentó Mikey.

Summer les dedicó a todos una sonrisa; eran tal y como se los esperaba, excepto Frankie, quien estaba más ojeroso, pálido, barbudo y despeinado que lo que mostraban las fotos que había visto por Internet, además una mueca sombría cruzaba su rostro. Jamia, su novia, mantenía una de sus manos posada en el hombro derecho de él, como si con eso le infundiera algo más de fuerza; él no parecía notar nada.

- El médico debe estar por llegar, va a darnos el parte sobre la evolución. – Murmuró Jamia.

Tenía la voz ronca por estar tanto tiempo en silencio. Era una chica guapa. Alta, delgada, con una cascada de cabello rubio rizado y unos bellos ojos color avellana. Gee y Mikey asintieron; Summer simplemente posó su mirada en el pasillo, en la espera de ver a alguno de los doctores, ya sea el doctor Henry Morgan o la jefa de piso, la doctora Elizabeth Carter.

- ¿Familiares del señor Iero? – Una voz profunda y familiar los hizo girarse. Summer le dedicó una débil sonrisa al doctor Morgan, quien la reconoció al instante. - ¡Hunter! ¿Hoy estás de turno? – Preguntó con curiosidad.
- No. – Negó ella, sonriendo. – Solo vine a acompañar a los chicos, son amigos míos.
- Soy Frank Iero. ¿Tiene alguna novedad de mi tío? – Preguntó Frankie, con un hilo de voz. El doctor volvió a ponerse serio y luego, ante la consternación de los demás, esbozó lentamente una sonrisa tranquilizadora.
- El señor Iero está, finalmente, evolucionando al tratamiento. Se ve una notable mejoría gracias a la quimioterapia, si todo sigue como hasta ahora es probable que salga de peligro. El tumor que tiene en el estómago está desarrollado pero aún no es letal, si su mejoría perdura tal vez podamos quitárselo mediante cirugía. – El alivio en las facciones tensas de Frankie fue tan notorio que sus amigos y su novia no pudieron más que sonreír aliviados. Era increíble como esa pequeña sonrisa iluminaba tanto sus facciones que hasta se parecía al Frankie que ellos conocían de antes, al que extrañaban y no se comportaba como un zombi.

Summer miró a Mikey y Gee y sonrió, aliviada. Al final tenía razón y, después de todo, el tío de Frankie sí había mejorado. Era un verdadero alivio saber que, con un poco de suerte, su amigo estaría de vuelta con ellos muy pronto.

So go, go away, just go, run away.
But where did you run to? And where did you hide?
Go find another way, price yo pay.
Woah, woah, woah, woah, woah, woah.


I ia todo x hoi, nos vemos luego! Bzito d nub d menta i firmen lindo!! wiii *-* Sayo!

**PerfecT.-_RevengE**

**PerfecT.-_RevengE**
Honey, this mirror isn't big enough for the two of us
Honey, this mirror isn't big enough for the two of us

Ahhhggg >.< K mozho Razz
Arrow Frankie sonriendo Arrow Linda escena =)
No dejo de estar pendiente de tu fic es demasiado tierno n.n

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la_chemical

la_chemical
Vampires will never hurt you
Vampires will never hurt you

lol! me encanta tu fic sobre todo esta ultima rola es el amor de mis canciones sihçgueloo suçiguelo!!!

Jessie_Hyuuga


Romance
Romance

Holiiz! Kmo les va, mis amados fans?? Poh a mi bn n.n mirando Blood+... los ultimos capis!! xDDD (Inner Jessie: Saya los hara papilla a todos... ¬¬!! xD) Kmo sea... aki les dejo el nuevo cap... espero ke les uteh n.n esta dividido en dos pk esta cosa, evidentemente, no acepta nada de más de 5 pags de word ¬¬ es una chafa!!

SEIS
HANG ‘EM HIGH. (Parte Uno)


13 de Febrero de 2008.


Wait until it fades to black
Ride into the sunset
Would I lie to you?
Well I've got something to say
Grab your six-gun from your back
Throttle the ignition
Would I die for you?
Well here's your aswer in spades.


Había pasado una semana desde que los hermanos Way se enteraron que el tío de Frankie ya no corría peligro. Summer, cumpliendo con el ritual, había ido cada noche a pintar el departamento de Gee con ellos y, era tal el progreso, que ya habían terminado el living, la cocina y el baño; solo les faltaba el dormitorio. Gee, en sus ratos de ocio (Casi todos dado que ahora que Frankie no estaba disponible no podían ensayar) había acomodado los muebles de una manera mejor y diferente, había cambiado las cortinas y comprado sábanas y manteles nuevos y ahora su viejo departamento parecía uno completamente diferente y nuevo, tan así que, cuando terminaran con el dormitorio sería capaz de dormir nuevamente en él.
Pero aquella tarde, por primera vez en toda la semana, Gee no planeaba seguir con las remodelaciones, sino que tenía pensado hacerle un favor a Azúcar. Le debía mucho a ella ya que, solo con Mikey, nunca hubiese hecho tantos adelantos en el departamento, además de que su amistad se había afianzado mucho y ahora ella había pasado a ser la hermana de ambos, por lo que el cariño y la estimación que le tenían había crecido considerablemente.
Así que ahora le tocaba a él hacerle un favor a ella, claro que si se enteraba lo colgaría, por lo que tenía que hacerlo sin contarle a nadie, ni siquiera a Mikey.
Total que se puso la cazadora de cuero, la boina negra y salió con un sobre de papel madera escrito con marcador negro. Caminó un par de manzanas hasta llegar a una nueva galería de arte llamada, redundantemente, “Art & Art Inc.”. Era una nueva cadena de galerías cuyo dueño, justamente, era amigo de un ex integrante de la banda, por lo que si Gee iba a hablar con él lo atendería de inmediato. Así que se dirigió a la galería, entró dándose aires de importancia y, con un tono muy snob, se dirigió a la chica situada detrás del mostrador de entrada.

- Disculpe, quisiera hablar con el señor Makarios. – Pidió, haciendo una pose falsa de estrella superada.
- Lo siento, ¿Tiene una cita con el señor Makarios? – Preguntó ella, tecleando unas cosas en la computadora que tenía delante.
- ¿Cita? ¿CITA? ¿Me está usted preguntando si YO tengo una cita? – Gritó él, como si aquello fuera una tremenda ofensa hacia su persona.

Shotguns, sinners,
Wild eyed jokers,
Got you in my sights!
Gun it while I'm holding on...


Por supuesto que estaba fingiendo, él no tenía cita para nada, ni siquiera conocía al señor Makarios, pero la secretaria no lo sabía y él tenía que conseguir hablar con él, por lo que siguió con la farsa tal y como lo había planeado.

– Yo no necesito una cita para charlar con mi buen amigo Tony Makarios, así que déjese de juegos y dígale que Gerard Way está aquí.
- ¿Gerard Way? Lo siento, señor Way, pero su nombre no figura en la lista y sin una cita previa me temo que no puedo dejarlo ver al señor Makarios. – Se negó ella. Entonces una luz roja se encendió en el teléfono con altavoz ubicado en el escritorio. Ella pulsó un botón y la voz de un hombre salió por la bocina.
- Martha, ¿Qué es todo este estruendo?
- Lo siento, señor Makarios, es que un tal George Way...
- Gerard. – Corrigió él, gritando fuerte y asegurándose de que el señor Makarios lo oyera.
- Un tal Gerard Way asegura que usted lo conoce y desea verlo.
- Déjelo pasar, Martha, ¡Si lo conozco! Claro que sí. – La comunicación se cortó y la secretaria Martha emitió un suspiro.
- Tercer puerta a la derecha, al final del pasillo. – Indicó a Gee, quien estuvo tentado a sacarle la lengua, pero decidió que mejor conservara la compostura y siguió caminando por el corredor que ella le marcó.

After all is said and done
Climb out from the pine box
Well I'm asking you
'Cause she's got nothin' to say
The angels just cut out her tongue
Call her black Mariah
Would I lie to you?
That girl's not right in the brain!


Finalmente, ya abandonado su papel de estrella importante e incomprendida, Gee golpeó con los nudillos en la puerta de caoba.

- Pase. – Se escuchó desde adentro.

Él abrió la puerta y entró al despacho del señor Makarios. Era el lugar más atestado de cosas que había visto en su vida. Las paredes eran de un color chillón azul eléctrico, los muebles eran de vidrio y metal y todo era muy impersonal y frío. Además de las paredes colgaban cientos de diplomas, cuadros, pancartas y chucherías y había caballetes, pinceles y pomos de pintura decorativos por doquier. Detrás del escritorio situado al fondo estaba el señor Tony Makarios, un hombre bajo y redondo que poseía una gran calva y un afilado bigote que atusaba a menudo. Su apariencia era la típica de los hombres de carácter, ejecutivos con saña que siempre obtenían cuanto querían.

- ¡Gerard! ¿Cómo estás? ¿Y el resto de los chicos? ¿Y Matt? Hace tiempo que no veo a ese bribón...
- Buenos días, señor Makarios.
- Oh, por Dios, soy amigo de Matt, así que también soy tu amigo, déjate de todas esas formalidades y dime Tony. ¿En qué puedo servirte, Gerard? – Preguntó, indicándole con la mano una silla tapizada en cuero azul delante del escritorio. Gee tomó asiento y dejó el sobre que llevaba en las manos sobre el escritorio.
- Verá. Vengo a pedirle un favor, aunque no es para mí, sino para una amiga... ella estudió arte en la Universidad de Bellas Artes de Michigan y hace trabajos de fotografía. Hemos visto su anuncio de que busca artistas para la exposición inaugural de la galería y a ella le gustaría mandar algunos trabajos, el problema es que es algo tímida y no cree que sean tan buenos como para que merezca la pena que se los publique o que se los considere siquiera.
- ¿Cómo se llama esta amiga tuya, Gerard? – Interrumpió el señor Makarios, comenzando a interesarse.
- Summer Hunter. Aquí hay un currículum suyo y sus diez mejores fotografías, aunque créame, esto no es nada en comparación con lo que puede hacer con un pincel y un caballete...



Mass convultions,
Strike the choir
By the grace of God!
Gun it while I'm holding on...


- ¿QUE HICISTE QUÉ? – El grito escandaloso de Summer retumbó prácticamente por todo el edificio.
- Shh, vas a despertar a alguien. – Gee ahogó una risa y siguió pasando el rodillo por la pared de su cuarto.

Él, Mikey y Summer estaban comenzando a pintar allí y Gee había creído conveniente soltarle la buena nueva.

– No es para tanto... al señor Makarios le encantaron tus fotografías. Me dijo que luego te llamaría pero quise contártelo yo primero.

Ahora bien, el enigma por el cual todos deberán estarse preguntando: ¿Cómo consiguió Gee el currículum y las fotos de Summer? Pues bien, el día que fueron todos juntos al hospital a ver a Frankie, él “descuidadamente” olvidó devolverle el portafolios a Summer y siguió olvidándolo durante todos los días que pintaron, alegando que ella podía llevárselos en cualquier momento dado que se la pasaba más en su departamento que en su propia casa y Summer, como una tonta, lo había dejado pasar. Y he ahí las consecuencias.

- ¿Qué no es para tanto? ¡Me da una vergüenza terrible, Gerard! ¿Qué tal si a la gente que va a la exposición no le gusta? ¿Y si quedo mal? Jamás volveré a conseguir otro trabajo de por vida, jamás volveré a fotografiar nada, ¿Y todo por qué? ¡Porque un metido sin nada que hacer me arrojó de cabeza a los tiburones! – Summer comenzó a hiperventilar y dejó caer sin querer la brocha al suelo. Mikey se acercó a ella y la rodeó con los brazos para reconfortarla.
- No deberías haber mandado las fotos si ella no quería, Gee. – Murmuró Mikey con desaprobación, mientras la respiración de Summer se normalizaba lentamente, aún aferrada con alma y vida a él.
- Lo siento. Simplemente creí que eso era lo que quería pero que no se animaba, ¡Creí que era lo que querías, demonios! – Gee arrojó el rodillo embadurnado en pintura al suelo con rabia y frustración. Por querer ayudar había metido la pata.
- Está bien. – Summer se soltó del férreo abrazo de Mikey y recogió la brocha del suelo, reanudado la labor de pintar el trozo de pared. – Soy yo quien debe disculparse, tú solo quisiste ayudarme. – Ella le dedicó una sonrisa. Ahora que reconsideraba las posibilidades aquella era la oportunidad que siempre había buscado para hacer conocer sus trabajos. - ¿Quién sabe? Hasta venda algunas fotografías y todo. – Gee la miró y sonrió.
- ¡Esa es la reacción que me esperaba! ¿No estás emocionada? ¡Ahora tienes la oportunidad de ser famosa! – Ella rió.
- Eso está bien. Ya me sentía rara siendo la única ignota de aquí, estrellitas... – Y los tres prorrumpieron en carcajadas.

Jessie_Hyuuga


Romance
Romance

SEIS
HANG ‘EM HIGH.(Parte Dos)

But don't stop if I fall
And don't look back
Oh, baby, don't stop
Bury me
And fade to black.


- ¿Dónde estabas, jovencita?

Summer acababa de llegar a su casa; eran las doce y media y, al entrar y encender la luz, se había encontrado a su madre sentada en un sofá en la sala, con semblante serio y los brazos cruzados. Ella exhaló un suspiro y se armó de paciencia.

- En casa de un amigo. – Repuso girando los ojos y quitándose el abrigo para colgarlo en el armario.
- ¿Un amigo? ¡Claro, la señorita se va por ahí de farra con sus amigos y a mí que me parta un rayo! – Dramatizó. Summer volvió a rodar los ojos.
- Deja de decir tonterías, mamá. Estoy muy cansada. Hoy en el trabajo Melinna me hizo correr como una loca para llevar un pedido descomunal de café a un edificio de oficinas y el local estuvo abarrotado todo el día... – Ahora se dirigía a la cocina y su madre se levantó y la siguió de cerca.
- Eso no es excusa. ¿Tienes idea de lo preocupada que estaba? Estuve a punto de llamar a Emergencias y darte por desaparecida... Ni una llamada, ni una nota. Nada. ¿Te piensas que tengo el ojo interior y veo todo lo que haces?
- Deja de armar escándalo, ¿Quieres? En primera, hoy a la mañana te dije que tal vez llegara tarde porque cenaría con Gee y Mikey, y en segunda... ¡Tengo veintinueve años! Ya no soy una adolescente que se va a una discoteca y vuelve borracha a las y tantas de la madrugada. Tengo un trabajo y responsabilidades y simplemente fui a cenar a casa de un amigo y a ayudarlo a pintar, ¡Simplemente eso! – Su madre suspiró, aliviada. Al instante su semblante cambió y compuso una sonrisa pícara que era un calco de la de Summer.
- ¿Y qué? ¿Estás saliendo con alguno de ellos? – Preguntó, con tono insinuante en la voz.
- ¡Mamá! No, no estoy saliendo con ninguno...
- Bueno, tampoco te pongas así, simplemente era una pregunta... como hace más de una semana que vas a la casa de ese chico... ¿Gerard? – Summer asintió, instándola a seguir y bebiendo un sorbo del vaso de leche que se acababa de servir. – O como casi todas las mañanas te llama ese otro... ¿Michael? No lo sé, tal vez estarías teniendo una relación amorosa con alguno de ellos...
- Son solo amigos, mamá. Ya sabes que luego de lo de Harry no quiero saber nada con nadie. Buenas noches. – Summer puso el vaso en el fregadero y se dirigió al baño para cepillarse los dientes. Su madre la siguió allí también, apoyándose en el marco de la puerta y mirándola. Ella gruñó con el cepillo de dientes en la boca.
- Hoy en la tarde te llamó. Le dije que no estabas e insistió en saber cuando volvías. Le dije que mañana en la noche estarías...
- ¿Wyorm? – Su madre la miró interrogante; ella escupió en la pileta, hizo buches con agua y luego repitió. - ¿Quién?
- Oh. Harry Fletcher, por supuesto.
- ¿QUÉ? ¿LE DIJISTE A HARRY QUE PODÍA LLAMARME? ¡Oh, mamá, tú realmente me odias! – Gimió ella, desesperada.

Harry Fletcher era su ex novio. Alto, moreno, guapo, ojos verdes, todo un sueño. El problema era que era un Don Juan redomado. Sin más preámbulo, Summer lo había dejado porque lo encontró en la cama con dos chicas más, tal vez tres (Es que no había querido mirar demasiado), pero solo le bastó eso para saber que su relación hasta ahí llegaba. Aunque bien podría haberlo dejado antes por mirar chicas en la calle estando con ella tomada de su mano o por piropear descaradamente a su propia hermana delante de su cara. La cuestión es que Summer era muy blanda y realmente lo quería, así que decidió darle otra oportunidad y hacer la vista gorda ante los evidentes coqueteos de Harry con Sarah, pero en cuando lo vio con esas chicas se le quitaron todas las ganas de volver a darle siquiera la mano por el resto de sus días.

She won't stop me put it down,
She won't stop me put it down,
She won't stop me put it down,
So get your gun and meet me by the door.


- Lo siento, Mer. Es solo que creí que te haría bien hablar con él, que te gustaría hacer las paces... Solo quise ayudar. – Sonaba apenada. Summer tomó una toalla y se secó las manos y la boca con parsimonia.
- Mamá... – Pidió con seriedad. – Por favor, la próxima vez que desees ayudarme, abstente. – Y sin decir “Esta boca es mía”, Summer se metió en su cuarto y cerró de un portazo.

Estaba furiosa. Furiosa con su madre, con su ex, con Gerard... ¿Por qué todos los que pretendían ayudarla simplemente hacían todo mal? ¿Costaba demasiado preguntar antes de actuar?
Esa no fue la primera vez que lloró toda la noche. También lo había hecho el día en que se enteró de la muerte de su hermana, y el día en que terminó con Harry, y el día en que el cretino de Edgard dejó a Sarah, y el día en que falleció su abuela, y también cuando su padre las abandonó. Podría decirse que era normal para ella mojar la almohada toda la noche, casi como una costumbre... Llorar la hacía sentirse mejor, aunque todos dijeran que era una Emo llorona que lo único que sabe hacer es correrse el maquillaje por cualquier estupidez, y es que llorar la ayudaba a desahogarse sin tener que recurrir a golpear en medio de la nariz a alguien.



14 de Febrero de 2008.


She won't stop me put it down,
She won't stop me put it down,
She won't stop me put it down,
So get your gun and meet me by the door.


A la mañana siguiente, Summer se levantó temprano, mucho más que de costumbre. No había podido pegar ojo a causa de la llantina, pensando toda la noche en Harry, en Mikey, en Gee, en su madre... Se sentía culpable por como le había gritado a Gee la noche anterior y decidió que se lo compensaría haciéndole un enorme pastel de chocolate, pero eso era otra cosa, antes debía aclarar todo con Harry, dale a entender de una vez por todas que lo suyo había terminado, luego ya tendría tiempo para pedirle perdón a su madre y rogarle que, si Harry volvía a preguntar por ella, le dijera que se había mandado a mudar al polo Sur y que no volvería hasta no salvar de la extinción al oso polar. Sí, con eso tenía que bastar.
Ya un poco mejor y planeando en hacer una sesión de fotos para llevarle al señor Makarios para la exposición (Ya que tenía el empleo no lo desaprovecharía, no era tonta), y ocupada con la mente en su propio mundo, bajó a desayunar, tarareando distraídamente “Kill All Your Friends” mientras se preparaba el desayuno. Luego de unos minutos calentando el café en el microondas se dio cuenta de lo que hacía e identificó lo que estaba cantando, pero sin recordar el nombre, como una canción de My Chemical Romance, así, preguntándose dónde la habría oído, fue sacando un cuenco y los cereales del aparador. Estaba sirviendo la leche, aún cantando la pegajosa canción, cuando el teléfono sonó, haciéndola sobresaltar y volcar leche sobre la mesa.

- ¿Diga? – Contestó, con el inalámbrico apretado entre el hombro y la oreja mientras limpiaba con un trapo rejilla el enchastre de leche que había en la mesa.
- ¡Hola, Mer! – El tono entusiasta pero adormilado de Mikey la recibió del otro lado.
- Hola, cariño, ¿Cómo estás? – Se sentó a la mesa y comenzó a echarle azúcar al café.
- Bien, gracias. Oye, me enteré por un pajarito que hoy tienes el día libre en el trabajo... ¿Qué quieres hacer?
- Este Gee... – Murmuró Mer, meneando la cabeza con desaprobación y dándole un trago al café. – Mándale un beso. – Pidió, escuchando de atrás la risa inconfundible de su amigo. – Pues no lo sé, ¿Dónde habían pensado ir?
- Están dando una película nueva... “Massakre”, ya sabes, esa gore de los vampiros y licántropos que pelean y demás. Justo lo que más nos gusta a los tres: Vampiros, sangre y tripas, ¿Qué dices? – Propuso, mientras se oía un “¿Qué te dijo? ¿Qué te dijo, Mikey?”, Proveniente de Gee y como Mikey lo hacía callar.
- Perfecto. ¿Vienen a las dos?
- De acuerdo. Pasaremos caminando. Nos vemos. Y dice mi querido hermano que te diga que te quiere.
- Pues dile que yo también. Adiós, cariño. Te quiero.
- Yo también, tontita. Adiós.

Y cortaron. Summer suspiró y luego rió, llevándose un bocado de cereales a la boca. Le haría bien salir con Gee y Mikey.
Últimamente no podían coexistir los unos sin los otros. Se habían vuelto prácticamente inseparables, hasta tal punto que parecían trillizos siameses. No había mañana en la que Mikey no llamara a Summer para desearle los buenos días, y cada tarde luego del trabajo, él la iba a buscar con Gee y juntos se iban al departamento del último. El problema es que Summer comenzaba a sentir algo más que simple amistad... ¿Es que realmente estaría enamorándose de ellos? Eso era una soberana tontería. Uno no puede enamorarse de dos personas a la vez. Y en todo caso, ellos eran sus hermanos; Gee su gran hermano mayor y Mikey su hermanito pequeño. Soltó una carcajada, sus conclusiones le parecían ridículas hasta a ella misma.



She won't stop me put it down,
She won't stop me put it down,
She won't stop me put it down,
So get your gun and meet me by the door.


Luego de darse una ducha, bañarse y cambiarse, ya estaba lista para ver a sus amigos. A la 1.55 el timbre sonó y Summer salió a abrir el portón de calle con una amplia sonrisa en el rostro, la cual se borró al ver a su ex, Harry, parado con actitud arrogante y las manos en los bolsillos, delante de la reja. Lo peor de todo es que tenía una cazadora negra de cuero exactamente igual a la de Gee.

- ¿Qué estás haciendo aquí? – Espetó ella, sin abrir la puerta.
- Buenos días a ti también, nena. ¿Me abres la puerta? – Pidió con muy poca humildad; ese hombre definitivamente tenía un ego demasiado grande. Summer le dirigió una mirada de odio profundo.
- En primer lugar no soy “nena”, me llamo Summer y que te quede claro. Y en segundo lugar, no, Harry, no voy a abrirte la puerta. Ya me has lastimado demasiado. No sé que es lo que buscas, pero más te vale que te vayas.
- Vamos, nena, no tienes porque enojarte tanto. Fue simplemente un error, yo te quiero a ti. Ábreme la puerta y charlemos como dos personas adultas y serias...
- Pues va a haber un problema en tu plan, Harry, y es que aquí solo hay una persona adulta y esa soy yo. Así que adiós. – Summer se dio la vuelta para entrar de nuevo en la casa.
- Pues yo no recuerdo que me hayas hablado tan mal cuando estábamos en la cama, ¿No? – Murmuró con una nota de petulancia en la voz que terminó por sacarla de quicio.

She won't stop me put it down,
She won't stop me put it down,
She won't stop me put it down,
So, baby...


Ya estaba dándose la vuelta para pegarle a ese engreído un buen puñetazo en la nariz cuando lo vio tendido en el suelo, con una mano en la nariz por la cual salía un hilo de sangre y a Gee parado junto a él con expresión desafiante en el rostro y sacudiéndose la mano derecha como si le molestaran los nudillos.

- ¡Gee! ¿Y Mikey? – Summer se apresuró a abrir la puerta. – Gracias a Dios que llegaste. – Ella se colgó del cuello del moreno y él la rodeó con los brazos, correspondiéndole en el abrazo.
- No sé quien seas, y no me importa, pero más te vale que te vayas y no vuelvas a molestar a Summer porque la próxima te dolerá más. – Amenazó Gee, mirándolo serio.

Con dificultad, Harry se puso de pie y pareció encontrar algo en el aspecto de Gee (Tan pálido y con el cabello y la ropa toda negra) que lo hizo tomarse la amenaza en serio y optó por la retirada, otorgándole antes a Summer una mirada que claramente decía “Hablaremos luego”.

- Gracias, Gee, enserio. – Summer sonaba aterrada y colérica. Gee nunca antes la había visto tan nerviosa, estaba al borde del colapso y tenía los ojos como si fuera a llorar de un momento a otro.
- Escuché lo último que te dijo. Esas cosas no se le dicen a una dama y tampoco a ti, Azúcar. – Ella rió por la broma y amagó a pegarle un puñetazo, luego ambos rieron. - ¿Quién era ese idiota? ¡Encima su cazadora es igual a la mía! – Gee le puso a la última frase un tono ultrajado, como si eso le hiriera en lo más profundo del alma.
- Mi ex novio... No tengo ni idea que es lo que quiere, pero ya se como haré que se vaya la próxima vez... – Summer suspiró y Gee esbozó una sonrisa torcida, ladeando la cabeza.
- ¿Llamarás a SWAT? – Bromeó.

Don't stop if I fall
And don't look back
Oh, baby, don't stop
Bury me
And fade to black.


- No, tonto, te avisaré a ti. – Ella volvió a abrazarlo y en eso llegó Mikey, ataviado con una enorme bolsa de compra con golosinas.
- Bueno, basta de tanto abrazo que yo también quiero uno. – Mikey hizo puchero con el labio, componiendo la cara de cachorro mojado que a Summer tanto conmovía y ella no pudo más que estrujarlo con fuerza. – Oigan, ¿Eso que está allí es sangre? – Preguntó, mirando el suelo.
- Sí, es una larga historia. Vamos al cine que en el camino te contamos...

Don't stop if I fall
And don't look back
Oh, baby, don't stop
Bury me
And fade to black.


I ia! Eso es todo x hoi... espero ke les haia gustado i dejen lindos revews!! Besitos de vainillas con dulce de leche!! n.n Sayooo!

**PerfecT.-_RevengE**

**PerfecT.-_RevengE**
Honey, this mirror isn't big enough for the two of us
Honey, this mirror isn't big enough for the two of us

aaaahhhgggg >.< iaaaa ta mozho XD, cada vez k me imagino la carita de Mickey me dan ganas de ser Summer Razz y cuando pienso lo ke la kiere Gerarad aun mas Suspect Embarassed

Amo tu fic es demasiado tierno, y me gusta mucho... ahora sueño todas las noches k soy Summer XD, en serio lo amoooo, Im a fan of your fic Twisted Evil

XD

Xo Like a Star @ heaven

http://www.fotolog.com/geexroxix

Jessie_Hyuuga


Romance
Romance

Bueno! Aki stoi io de nuevo... luego de años sin actualizar.. kmo andan?? ps io bn... por fin con algo de suerte para el amor.... pero no pienso aburrirlos con mi vida social y/o amorosa, asi ke les dejo el nuevo capi... ke lo disfruten!!

SIETE
THIS IS HOW I DISAPPEAR.


Go!
To un-explain the unforgivable,
Drain all the blood and give the kids a show.
By streetlight this dark night,
A seance below.
There're things that I have done,
You never should ever know!


- A ver, déjame ver si lo capto. Este tipo te engañó en tus propias narices con dos mujeres a la vez y ahora viene a pedirte perdón... ¿Es que tiene la cara de piedra? – Mikey compuso una mueca de incredulidad mientras le daba un lametón a su helado de chocolate con fresa.

Iban Gee, Summer y él (De izquierda a derecha) caminando por una peatonal con sendos helados en las manos a pesar del intenso frío. Acababa de terminar la película y se dirigían a Central Park para pasar lo que quedaba del día. Summer les había dando un pormenor de los detalles de su ruptura con Harry.

- Sí, algo así. Aún me duelen los nudillos... – Murmuró Gee, componiendo una mueca mientras se embarraba un poco del helado de vainilla y menta por la nariz y luego se lo limpiaba con un gesto de exasperación dado que era la segunda vez que se manchaba.
- No puedo creer que haya ido a buscarme a mi propia casa. Le dije muy claro antes de que se vaya de vacaciones que no quería saber nada más de él por el resto de mi vida. – Summer lanzó un bufido y lamió un poco de su helado de chocolate y granizado. - ¡Mírate, Gee! Pareces un bebé grandote todo cubierto de helado... ven aquí. – Se pararon en medio de la gente y él se inclinó con gesto de hastío para que ella le limpiara la nariz y la boca con una servilleta de papel.
- A veces me sorprende que no diga “Bububaba” – Rió Mikey y un bollito de papel le rebotó en la cabeza por parte de un Gee que pretendía hacerse el inocente pero que no engañaba a nadie. – Como sea. Cuéntanos como es eso de las vacaciones...
- Oh, él tiene dinero. Bastante, en realidad. Cada invierno se va a casa de sus padres en Madison, se queda un par de semanas y luego regresa. Nuestra ruptura fue antes de su viaje, pero me aseguró que en cuanto volviera hablaríamos sobre el asunto, por supuesto que yo le dije que no pensaba dirigirle la palabra ni para decirle tan siquiera que hora es, pero evidentemente su muy ególatra y pequeño cerebro no captó la tan directa indirecta, así que bueno, aquí está.
- Oh, pero no debes hacerte problema por esas cosas, Mer. Es realmente un imbécil... – Mikey la pasó un brazo por los hombros y la estrechó contra él, ella apoyó la cabeza en su hombro y exhaló un suspiro cansado.
- Estoy harta de Harry, no entiendo porque no acepta de una vez que lo nuestro terminó para siempre y me deja en paz de una buena vez... tengo miedo. – Confesó con la voz algo ahogada. Gee, con el ceño fruncido de preocupación, se situó en el lado libre junto a la chica y comenzó a juguetear con un mechón de negro cabello que le caía por delante de la oreja. Jamás la había visto tan preocupada y, lo que más lo alarmó aún, su voz tenía cierta nota de pánico.
- ¿Miedo? ¿Por qué habrías de tener miedo, Azúcar? – Inquirió, deseando desesperadamente que no se pusiera a llorar, no soportaría verla así.
- Es que... Harry ha estado en la cárcel en dos ocasiones, ambas por conducta violenta y alcoholismo...



And without you is how I disappear,
And live my life alone forever now.
And without you is how I disappear,
And live my life alone forever now.


Lindsey Ann Ballato era una de esas típicas mujeres que sabían exactamente lo que querían, calculadora y muy voraz y sin escrúpulos a la hora de conseguirlo.
Había estudiado arte en Nueva York y desde el principio sabía que no se le daría bien conseguir trabajo y ganar buen dinero de lo que le gustaba, de lo que le apasionaba. Poco después de graduarse de la universidad consiguió un empleo muy pobre y de mala paga en una galería de arte prácticamente anónima, y ahí fue cuando se dio cuenta de que, si no conseguía a un marido con dinero que la mantuviera, se quedaría pobre y soltera por el resto de su vida. Luego de renunciar a su empleo en la galería, Lindsey se unió a una banda de Rock & Roll como bajista y, a pesar de que no eran muy buenos ni unas súper estrellas, ganaba más dinero que en su antiguo trabajo. Rápidamente se encontró con Gerard y supo que él era lo que necesitaba. Hacía años que no lo veía, dado que eran compañeros del colegio, ahora él también tenía una banda, era guapo y, sobretodo, tenía mucho dinero.
Lindsey sabía que le gustaba a Gerard, dado que le había gustado desde los seis años, y, en menos de lo que creía, estaba dando el “Sí, quiero” en la iglesia y convirtiéndose en la flamante señora Way.
Por supuesto que ella no estaba enamorada de Gerard ni por asomo, simplemente le gustaba su dinero, aunque se veía bien que él fuera guapo y que estuviera tan estúpidamente enamorado de ella como él lo estaba. El problema es que no todo había salido como ella esperaba. Sí, estaba divorciada y tenía todo el dinero cuanto quería, pero, contra todo pronóstico, le había tomado cierto... afecto, cariño si se quiere, a ese hombre, y ahora no soportaba pensar que le había dejado el camino libre a cualquier otra pelandusca oportunista que se paseara por ahí; sí, ella también era una oportunista, pero era su oportunista y la verdad es que era un tanto... posesiva.

Who walks among the famous living dead,
Drowns all the boys and girls inside your bed.
And if you could talk to me,
Tell me if it's so,
That all the good girls go to heaven.
Well, heaven knows.


De acuerdo, tal vez lo quería un poco más de lo que aparentaba, por ese motivo estaba ahora atravesando a toda velocidad la ciudad de Nueva York en su flamante Jaguar azul noche, simplemente para verlo, con cualquier excusa, pero tenía que verlo y comprobar que no estaba con nadie aún, no podía ser que la hubiese olvidado tan rápido, aunque según Jamia, la novia de Frankie, últimamente andaba mucho con una chica... le había dicho el nombre pero sinceramente no lo recordaba, era algo con C... ¿Cynthia? O Cecil... Aunque puede que fuera con S, no lo sabía muy bien, la cuestión es que, si su marido estaba viéndose con alguien a una semana de su divorcio definitivo, entonces tenía que hacer algo, inmediatamente.
Estacionó el coche frente al edificio donde antes vivía con Gerard, en sus días de mujer casada y, aparentemente feliz e inocente. Entró, subió al ascensor y, en menos de unos minutos estuvo frente a la que alguna vez fue su puerta. Por supuesto, tenía una copia de las llaves, pero le parecía más correcto golpear dado que ya no vivía allí y debía guardar las apariencias aunque la sola imagen de su esposo en la cama o el sofá con otra mujer le daba unas tremendas ganas de abrir la puerta a patadas.
Golpeó un par de veces con los nudillos. Nada. Otra vez. Nada. Nuevamente y, al no recibir respuesta alguna comenzó a creer que, o bien Gerard no estaba en casa, o bien la estaba evitando, aunque no sabía como pudo adivinar que era ella dado que la puerta no tenía mirilla.
Finalmente se dio por vencida y se volteó para volver al ascensor cuando algo llamó su atención: La puerta vecina estaba entreabierta y por ella asomaba la cabecita canosa de una anciana. Lindsey la reconoció al acto como la señora Anabelle Coulter, una anciana muy amable pero chismosa que se la pasaba más tiempo entrometiéndose en las vidas ajenas que en la suya propia; seguramente ella sabría el paradero de su esposo.

That without you is how I disappear,
And live my life alone forever now.
And without you is how I disappear,
And live my life alone forever now.


- ¡Señora Coulter, tanto tiempo sin verla! – Lindsey fingió agrado y sorpresa, un poco de zalamería no le iría mal.
- ¡Oh, señora Way! – Fingió asombrarse la anciana, aunque sabía muy bien que era ella dado que la había estado espiando. - ¿Cómo le va? Tanto tiempo sin verla por aquí...
- En realidad, soy señorita Ballato; Gerard y yo nos hemos divorciado.
- Sí, he escuchado algo en las noticias. – Concedió la mujer con una leve inclinación de cabeza. - ¿Y qué la trae por su viejo hogar, señorita Ballato?
- Nada en especial, simplemente quise pasar para hablar con Gerard un asunto sobre el divorcio; ya sabe, puros formalismos. – Lindsey fingió una risa cantarina y jovial. - ¿Usted no sabrá por casualidad si volverá pronto?
- Oh, seguramente debe estar por llegar. Se fue muy temprano esta mañana a casa de su hermano, según tengo entendido iban a buscar a esa chica que siempre los acompaña para ir al cine. Últimamente están mucho los tres juntos, ¡Hace semanas que esa muchachita tan bonita viene después del mediodía y se va pasada la hora de la cena! Creo que se llama Hunter... sí, Summer Hunter. Muy bonita, con un pelo negro muy brillante...
- Muchas gracias, señora Coulter, ha sido de gran ayuda... Mándele saludos a su hija Marie cuando la vea. – Se despidió y luego entró en el ascensor, intentando reprimir la ira que le bullía dentro.

Lindsey llegó enseguida al vestíbulo nuevamente y, al salir del ascensor, vio una escena que, si antes estaba desagradada, ahora era peor. Gerard entraba en ese instante abrazado de la cintura con una chica de más o menos un metro sesenta de altura, cabello liso y negro y unos impresionantes ojos claros. Ella sonreía y tenía la cabeza apoyada en su hombro; él también sonreía y, por primera vez en meses, Lindsey lo veía feliz, realmente feliz.
Lindsey inmediatamente al ver la escena, como es lógico, creyó que entre Summer y Gerard había una relación amorosa (Cosa bastante alejada de la realidad), sin saber que Mikey estaba unos metros más atrás, hablando con el celador sobre el pedido del delivery de pizza y helado que habían hecho y que llegaría en unos minutos.
Ella, automáticamente, se acercó a la defensiva hacia Gerard y se dirigió únicamente a él, ignorando a Summer.

Can you hear me cry out to you?
Words I thought I'd choke on figure out.
I'm really not so with you anymore.
I'm just a ghost,
So I can't hurt you anymore,
So I can't hurt you anymore.


- Hola, Gerard. – Saludó, seria.
- Lindsey. ¿Se puede saber que estás haciendo aquí? – Espetó él, sin saludar siquiera.
- Yo estoy bien, gracias por preguntar. Nada, solo pasaba a saludarte y a recordarte que el 23 de este mes se terminan los trámites del divorcio y que el 24 ya seremos, oficialmente, solteros...
- ¿No vas a presentarnos? – Murmuró Summer.

Sonrió y miró intrigada la formal apariencia de Lindsey (Con un jersey castaño y unos pantalones de jean formales en contraste con su remera a rayas negra y roja con una calavera en la esquina inferior izquierda, unas pescadoras de jean rotas en las rodillas y la media derecha de red negra y la izquierda rayada negra y roja con tenis blancos), pero lo dijo lo suficientemente audible como para que la ex esposa de Gerard posara en ella los ojos dos segundos, aunque fue tan rápida la mirada envenenada que le dirigió que ninguno llegó a notarlo siquiera.

- Lo siento... Azúcar, ella es Lindsey, mi futura ex esposa, Lindsey, ella es Summer Hunter, una amiga. – Presentó Gee, viendo la palpable tensión en el ambiente. Summer, con una sonrisa burlona en los labios, extendió una mano hacia Lindsey para estrechársela, ésta la aceptó con algo de reticencia, limpiándosela luego en el jersey.
- Bueno, no te retraso más, se ve que estás... ocupado. – Murmuró Lindsey, mirando la manera en la que Gerard se abrazaba a la cintura de Summer y poniendo especial énfasis en la palabra “ocupado”. – Mucho gusto, Summer. – Agregó luego, aunque con evidente sarcasmo, y salió como un vendaval del edificio, tremendamente enfurecida. Aquella oportunista de Summer Hunter lamentaría haberse metido con su marido como que su nombre era Lindsey Ballato.



And now, you wanna se how far down I can sink?
Let me go, fuck!
So, you can, well now so, you can
I'm so far away from you.
Well now so, you can.


- ¿Esa que acaba de salir era Lindsey? – Preguntó Mikey incrédulo, acercándose a Gee y Summer.
- La misma. Dice que quería recordarme la fecha de la finalización de los trámites, pero no me lo creo... ¡Cómo si no lo recordara! – Gee bufó. – Creo que se trama algo, y, sea lo que sea, no es nada bueno...

Los tres subieron al departamento de Gee y, apenas entró, Summer se quedó maravillada. Gee había colgado de las paredes innumerables cuadros al óleo de una belleza infinita, cada uno más bello que el anterior.

- ¿Te gusta? – Preguntó. – Era una sorpresa... Los desempolvé esta mañana.
- ¿Los... los hiciste tú? – Preguntó, mirando boquiabierta un cuadro precioso. Eran ellos tres, Mikey, Summer y Gee, de izquierda a derecha, sobre un fondo color azul oscuro, abrazados y como con unas alas de mariposa enormes saliendo detrás.
- Sí. Ese es el más nuevo. – Gee señaló el que ella estaba mirando. – El resto los he hecho en diferentes etapas de mi vida...
- Este es hermoso...

Summer señaló uno que tenía en primer plano un árbol de tronco azul y hojas turquesa, debajo había una manzana plateada y de debajo, como si el cuadro no abarcara todo el plano, había una mano, alrededor de la manzana, como si un chico estuviera tendido en el suelo pero no hubiera lugar para el resto de él en el cuadro.

- Ese lo pintó inspirado en mí. – Murmuró Mikey. – Yo le di la idea de la mano y la manzana...
- Son geniales, realmente deberías pedirle al señor Makarios que te deje exponerlos en su galería, no creo que le moleste siendo tú.
- No... mis cuadros son un pasatiempo, no pretendo lucrar con ellos. – Gee se encogió de hombros.

Pasaron las horas y ellos charlaron, rieron, comieron pizza y helado y vieron una película de terror en blanco y negro muy vieja de unos niños diabólicos con poderes psíquicos que asustaban a un grupo de pueblerinos, por lo que se divirtieron mucho (Sobretodo cuando Summer gritó muy fuerte y agudo en una parte bastante sanguinaria). Finalmente, para cuando se quisieron dar cuenta, en las once y treinta y Summer debía partir.

- Ha sido todo muy divertido, chicos, pero si no voy a casa ahora mi mamá se va a poner realmente pesada. – Summer giró los ojos y los chicos rieron. Pero antes de que ella pudiera terminar de ponerse el abrigo, sonó el teléfono y Mikey fue a atender.
- ¿Diga? Sí... ¿Cómo...? ¿Pero estás bien? Sí... No te preocupes... Adiós y por favor quédate tranquilo. Adiós. – Mikey colgó el teléfono y tanto Gee como Mer lo miraron preocupados y expectantes. – Era Frankie. Su tío no resistió el tratamiento y murió hace un par de horas...

And without you is how I disappear,
And without you is how I disappear,
Woah, woah... (And without you is how I disappear)
Woah, woah... (And without you... is how, is how, is how...)
Forever, forever now!


Ne! Ia todo x hoi.. espero ke les uteh n.n bezoz de frambuesa!! Sayooo!

**PerfecT.-_RevengE**

**PerfecT.-_RevengE**
Honey, this mirror isn't big enough for the two of us
Honey, this mirror isn't big enough for the two of us

Noooo , que terrible para Frankie Sad y mi Gee ta en problemas por culpa de Lyn ¬¬, lo bueno es ke summer lo apoya Smile pero no lo dejes asi de triste plz Sad Laughing

No es muy liimdo your fic, simpre ke veo k esta actualizado lo veo XD

Xo Like a Star @ heaven

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Jessie_Hyuuga


Romance
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Hola hola! Kmo va?? Ps x aki bn... con confliktos internos O.O alguna vez le gusto alguien 7 años maior pero a la vez tmb les gustaba alguien de su edad ke no les daba ni la hora i ese alguien 7 años maios los keria de vdd kmo para algo serio i uds no sabian ke demonios hacer pk se sentian traicionando al pobre ke si los keria de vdd?? Ow ia me lie >.< mi vida es complikada... en fin! los dejo con el capi!!

OCHO
THE END.

15 de Febrero de 2008.


No come one, come all to this tragic affair
Wipe off that makeup, what's in is dispair
So throw on the black dress, mix in with the lot
You might wake up and notice you're someone, you're not.


Apenas llegar, lo primero que Summer hizo fue abrazar con mucha fuerza a Frankie. En los últimos días que había pasado con él y el resto en el hospital les había tomado especial afecto tanto a él como a Ray y Bob y se había hecho muy amiga de Jamia, por lo que sentía de corazón la pérdida. No le dijo nada, pues sabía que todo tipo de palabras o condolencias salían sobrando, por lo que lo dejó llorar en hombros de Gerard, su mejor amigo. Luego le siguió Mikey, luego Ray y, finalmente, Bob. Una vez que las muestras de cariño finalizaron, todos quedaron sumidos en el silencio, mirando hacia abajo.
Estaban en un cementerio privado de Nueva York. El entierro del tío de Frankie comenzaría en unos minutos y había una gran congregación de familiares y amigos alrededor del ataúd, con flores y, en algunos casos, pañuelos en las manos, todos vestidos íntegramente de negro.
Hicieron silencio cuando el reverendo se aclaró la garganta para decir unas palabras.

- Hoy estamos aquí reunidos para dar el último adiós a Howard Iero, amado padre, amado hermano, amado hijo, amado tío. Howard fue un hombre que en vida dio cuando tuvo y cuanto pudo, desviviéndose por los demás tanto como le fuese posible y, en este día...

Pero hasta allí llegó la atención de Gerard. No tenía ni idea de cómo ni porque había dejado de interesarse en la imagen del ataúd bajando lentamente al pozo mientras le echaban flores (En su mayoría rosas) encima, y había comenzado a observar de reojo el rostro serio de Summer. Se veía bonita estando seria; así se le notaban más los rasgos y, bajo la luz pálida del día nublado, sus ojos brillaban de un modo extraño e hipnótico y, para cuando se quiso dar cuenta, el entierro había finalizado y, en el pequeño parque, solo quedaban él y Summer.

- Que extraño, ¿No Gee? A veces la vida es injusta... una persona goza de perfecta salud un día, y al siguiente le descubren un tumor degenerativo en el estómago y, cuando por fin parece estar mejorando, sucede algo que, súbitamente, hace que todo salga mal y acaba muriendo. No entiendo como pueden suceder tales cosas... ¿Sabes? Yo tenía un conocido, era un señor mayor, tendría cerca de sesenta años. Un día entro caminando al consultorio de mi madre diciendo que tenía dolor de cabeza, a los dos días lo internaron en cuidados mínimos por una infección cardiaca, a la semana estaba en terapia intermedia porque había tenido una pequeña obstrucción en una arteria, a los tres días estaba en terapia intensiva porque se le había formado un coágulo en el cerebro y en menos de una semana había muerto por un derrame cerebral. ¿Es eso justo? Un hombre en perfectas condiciones, con una esposa, hijos y una vida normal, cuya vida acaba de un momento para otro como si nada... Algunas veces siento que la vida no es justa con nosotros, no debería hacernos ese tipo de cosas... – Summer cortó su monólogo por sí sola. Gee no había creído conveniente interrumpirla, así que la dejó finalizar.
- Tranquila, Azúcar. Todo eso no tiene porque pasarte a ti. Sé que esto te da de qué pensar, te toca, realmente, sobretodo cuando lo vives de cerca, pero no todos nosotros vamos a morir en menos de dos semanas a los treinta años.
- Lo siento, me dejé llevar por la situación. – Se disculpó ella con una sonrisa.
- ¿Ves? Eso es lo que más me gusta de ti, que hasta en los momentos más difíciles y tristes tienes una sonrisa en la cara. Gracias por ser así. – Gee sonrió y la abrazó. – Te quiero, hermanita pequeña.
- Y yo a ti, mi gran hermano mayor. – Rió ella, correspondiendo el abrazo, luego alzó la cara y lo miró a los ojos, conciente de la cercanía de ambos, tal vez demasiado cerca...
- Chicos... – Una voz sonó a sus espaldas y ellos interrumpieron el abrazo. – Nosotros ya nos vamos... Mikey también, ¿Vienen o se van por su cuenta? – Ray se acercó a ellos con Bob, Jamia y Frankie pisándole los talones, los cuatro mirando la escena con algo de pena por tener que interrumpir tan encantador momento.
- Sí, vamos. – Summer sonrió y, disimuladamente, se limpió una lágrima traicionera que, sin querer había bajado por sus ojos, separándose con algo de vergüenza de Gerard.

If you look in the mirror and don't like what you see
You can find out firsthand what it's like to be me
So gather 'round piggies and kiss this goodbye
I'd encourage your smiles I'll expect you won't cry.


En todo el camino rumbo al departamento de Mikey en el auto de Gee (Un Corvette color rojo cereza) estuvo callada y algo deprimida, pero no por el asunto del velorio ni de las muertes espontáneas, sino por lo que le había dicho Gerard. Y es que le costaba mucho aceptar que él la quería como eso, como su hermanita pequeña, y, aunque ella tenía que decir que él era solo su hermano mayor, sabía que se estaba engañando, porque ya no lo podía ver más así, no, ya no podía seguir mintiéndose con respecto a sus sentimientos, porque su amor por Gerard iba más allá de algo más que simplemente cariño de amigos, algo mucho más grande.

- ¿Estás bien, Azúcar? – Preguntó Gee con suavidad, apartando una mano del volante para tomar la de ella pero sin dejar de mirar el camino. Ella asintió imperceptiblemente con la cabeza y compuso una mueca con los labios.

Gee ya conocía esa mueca, la había visto en ocasiones anteriores y significaba que, aunque no quisiera, ella estaba mintiendo. Así que suspiró, se armó de paciencia y se dispuso y sacárselo con sacacorchos, como siempre que ella le mentía y él se daba cuenta.

- ¿Es por la muerte del tío de Frankie? – Ella tragó saliva y negó con la cabeza, aún en un tozudo silencio. – De acuerdo. Entonces es por Harry. ¿Qué sucedió? ¿Te llamó o algo?

Ella volvió a negar con la cabeza y, esta vez, desvió la vista hacia el cristal de la ventanilla para que él no se diera cuenta de que estaba a punto de llorar. Con algo de suavidad revolvió la mano dentro de la suya, para darle a entender que quería que la suelte, aunque él, aún más tozudo que ella, siguió aferrándosela.

- ¿Te peleaste con Mikey? ¿O con alguno de los chicos? ¿Te hice algo yo? – La última pregunta la hizo con la voz algo ahogada. Frenó el coche delante del edificio de Mikey y se volvió hacia ella, tomándole el mentón con la otra mano y obligándola a que lo mirase a los ojos. – Fui yo, ¿Verdad?
- Gee... – Murmuró ella, mirándolo con ojos cristalinos a causa de las lágrimas contenidas. - ¿Tú me quieres?
- ¡Por supuesto que te quiero, Summer! Eso ni debes preguntármelo. Te quiero muchísimo... – Ella esbozó una leve sonrisa de alegría. – Eres mi hermanita, mi mejor amiga, ¿Cómo no voy a quererte? – Agregó y rió. Ella, al oírlo forzó la sonrisa, pero solo tuvo ganas de llorar. No sabía porque, pero las palabras de Gerard le habían abierto una gran herida en el pecho y realmente dolía.
- Yo también; me alegra oírlo. – Ella sonrió y lo abrazó con fuerza, deseando que ese abrazo dure para siempre.



Another contusion, my funeral jag
Here's my resignation, I'll serve it in drag
You've got front row seats to the penitence ball
When I grow up I want to be nothing at all!


16 de Febrero de 2008.


Algo después de las once y treinta, Gerard despidió a Summer y a Mikey (Él la acompañaría, para estar más seguros, hasta su casa porque ella había estado algo deprimida todo el día). Luego se fue a acostar al sofá y se quedó mirando el techo, sin arroparse o molestarse en quitarse los zapatos tan siquiera, simplemente pensando.
Sin contar la mañana en el funeral, el resto del día no había sido del todo malo. Summer, él y Mikey se habían quedado en el departamento del último, charlando, escuchando música y tomando fotografías (Summer había llevado consigo su cámara). Cerca de las ocho fueron todos juntos al departamento de Gerard, siguieron tomando más fotografías y, finalmente, ella había anunciado que debía irse a su casa. Gerard estaba preocupado. Tal vez era su imaginación pero, luego del funeral, Summer se portaba algo más distante con él y se veía continuamente lacrimosa.
Él no quería verla así, eso le partía el alma. Porque él la quería... ¿Cómo una hermana? No podía ser más que eso, ¿Verdad? O tal vez sí... tal vez la quería como otra cosa, aunque dijera que solo era su hermanita, aunque quisiera engañarla a ella y engañarse a sí mismo, era un amor que traspasaba los límites de la mejor amistad o de la fraternidad, algo bastante más grande... pensó él con tristeza. Pero, y es que si la quería como algo más y ella a él le repetía continuamente que él era su hermano mayor... ¿Cómo haría para estar cerca de ella a diario, oler su perfume, ver el movimiento de su cabello contra el viento o el brillo juguetón de sus ojos cuando reía y no volverse loco? ¿Cómo?



Summer acababa de llegar a su casa. Se había despedido de Mikey en la calle y no lo había invitado a pasar simplemente porque no tenía ganas de que su madre comenzara a tocarle el orgullo con sus preguntitas.
Con un bostezo descomunal entró a su casa y, lo primero que vislumbró, fue a su madre, nuevamente en el sillón, de brazos cruzados y con cara de circunstancias. De nuevo se sintió como una niña de quince años y detestó la sensación, gruñendo y girando los ojos.

- ¿Dónde estabas?
- Buenas noches a ti también, mamá. – Suspiró Summer, colgando su abrigo del perchero.
- ¿Y bien? – Insistió su madre.
- ¿Y bien qué? – Summer la enfrentó con los brazos en jarras, harta de ese comportamiento de madre sobreprotectora y quisquillosa.
- ¿Dónde estabas? – Repitió, rodando los ojos exactamente de la misma forma que su hija.
- En casa de Gerard y Mikey. – Contestó por fin, emitiendo un suspiro.
- De acuerdo. – Aceptó su madre rápidamente, demasiado rápidamente. Al instante, Summer desconfió, pero decidió no decir nada y dirigirse a la cocina a buscar algo para beber. Su madre, por supuesto, la siguió. – Summer... ¿Qué significa esto? – Preguntó, sacando delante de la nariz de Summer (Y para su consternación) una tirita de un test de embarazos que había dado positivo. Summer empalideció al acto.

I said yeah, yeah!
I said yeah, yeah!


- ¿De... de dónde... sacaste eso? – Preguntó, blanca como la tiza, mucho más que lo normal.
- De tu cuarto... ¡Hija! ¿Por qué no me lo dijiste? Pensé que habías terminado con Harry... ¿O qué uno de esos amigos tuyos...? ¡Oh, Dios mío! Pero si me dijiste que no tenías nada con ellos... – La señora Hunter se sentó para no desmayarse y comenzó a abanicarse con una hoja de papel. Summer también se sentó.
- Mamá... ¿Cómo pudiste revisar entre mis cosas? Yo no...
- ¡Creí que habíamos hablado sobre esto cuando sucedió lo de tu hermana! – Rugió de pronto la señora Hunter y, súbitamente, le pegó una bofetada a su hija.

Summer la miró con los ojos llorosos. Para ella era como si fuese ayer cuando, observando todo desde el marco de la puerta, su madre profería la misma bofetada a su hermana Sarah, quien estaba sentada en esa misma silla. Se tocó la mejilla exactamente igual que lo hizo ella aquella vez y abrió la boca para decir, inconscientemente, las mismas palabras.

- No tienes derecho a meterte en mi vida, mamá. – Con una mano se aferraba la mejilla abofeteada, como lo había hecho Sarah hacía casi un mes atrás.
- ¡Sí que lo tengo! ¡Rayos, soy tu mamá, no una completa extraña! Me preocupo por ti, Summer... – Ella también siguió con la línea, puede que inconscientemente o puede que consciente, pero lo hizo, y eso le dolió a Summer más que cualquier otra cosa.
- ¿Quieres manejarme la vida? ¿Es eso lo que quieres con todo esto? Tómala, haz lo que quieras. – Summer se levantó y tiró con ira al piso el vaso con leche, haciéndolo añicos y rociándolo todo con vidrios y líquido.
- ¡No permitiré que me faltes el respeto de esa forma, Summer Danielle Hunter! ¡Esta es mí casa y aquí se hace lo que yo digo y si no te gusta ya puedes marcharte! – La señora Hunter señaló con un tembloroso dedo la puerta y Summer largó una carcajada amarga e irónica que retumbó con fuerza contra las paredes.
- Entonces me largo. ¡Adiós!

En ese instante, Summer se largó a llorar y, con el rostro bañado en continuas lágrimas, disparó corriendo hacia su habitación, cerrando de un portazo. Con más lágrimas de impotencia y desesperación bajando por sus mejillas en cascada, juntó sus pertenencias y su ropa, llenó con ellas dos valijas, dejando la habitación completamente vacía, y salió a la calle, al frío, al desamparo, tan sola e incomprendida como lo había estado su hermana Sarah tan solo unas semanas atrás. Nuevamente la historia se repetía.
Una vez en la calle, se sentó en la vereda y comenzó a pensar. Si iba con Melinna se pondría furiosa, tanto como su madre, y es casi seguro que la despediría. Alison, su amiga de la infancia y la madre de la niña de sus fotografías, estaba con su marido y su hija y no quería molestarla en su vida familiar. Mikey... de él no sabía la dirección pero, por lo que había visto ese día, quedaba bastante lejos. Y Gee... bueno, simplemente no podía, era solo eso... entonces, ¿Qué hacer a continuación? Y, sin más, Summer enterró el rostro entre las manos y comenzó a llorar desesperada.


C'mon, c'mon, c'mon I said
(Save me!) Get me the hell out of here
(Save me!) Too young to die and my dear
(You can't!) If you can hear me just walk away and...
(Take me!)


I ia es todo! Bezinez de algodom de azukaaar! *-* Sayoo!

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