Recuerdo haber hecho de mi vida una cosa muy simple, jamas vivi cosas emocionantes y nunca decidi nada importante en si. Aunque hubo una ves en la que mi madre me pidio un favor:
• Gerard, podrias ir al parque a comprarme estas cosas –me dio una lista.
• Ok mama…
No reproche ni nada, simplemente fui.
Camine hasta el parque y me encontre totalmente solo. Ninguna tienda, nadie estaba, ¿porque me pediria ir a un parque solo? Igual, como no encontre nada, preferi marcharme.
Pero mi mirada se desvio al ver a una pequeña chica, muy hermosa… era ella: "Sanime".
Me le acerque y hable con ella durante un buen rato. Despues la dura realidad me llego…
• Oye, ¿haras algo en la tarde?
• No.
• Genial. ¿Crees que podriamos salir? –no se porque demonios le dije eso.
• Amm… no creo que pueda.
• Oh…
• Es que Frank me dijo que queria hablar conmigo de algo.
• Ah…
• Asi que no podre –sonrio– pero otro dia saldremos.
• Si…
La mire a los ojos, deseaba tanto su cuerpo. Deseaba que fuese mia, pero era de el, lo sabia, el deseaba tenerla… y podia. Pense durante una milesima de segundo en como podria quedarmela; nada golpeo mi cabeza.
Me senti desilusionado, solo, tonto al pedirle eso… pero senti mucha rabia al saber que ese "amigo" volvia con ella. No supe que paso conmigo, que al darse la vuelta, tome su mano. Mis ojos se llenaron de lagrimas y miedo. Ella solo me observaba con cierta pena en su rostro. Y en ese momento… todo se oscurecio.
La estreche entre mis brazos, estrujandola de tanto que la amaba, sus manos calidas restregaban mi espalda con cariño. Miles de gotas saladas bajaban por mi mejilla… sentia tanto temor de perderla nuevamente, de ilusionarme nuevamente o que el le rompiece el corazon. No podia sucederme otraves… no queria sentirme solo de nuevo.
Ni una palabra salia de entre mis labios. Hasta que un movimiento torpe se manifesto. Su tierna mirada… me sentia envuelto en amor puro. Me miraba de muy cercas… era hermosa.
Y finalmente le dije:
• Te amo…
Ella abrio sus ojos rapidamente y me miro, estaba rojiza y solo jugeteaba con sus labios. Me sonrio… y me beso. Nunca lo olvidare.
Pero no podia contener el miedo, ella aun decidiria ir a verlo, y se quedaria con el, lo sabia… Frank tenia sus metodos para conquistar chicas, siendo que cuando salia con ella tenia dos novias mas y se acostaba con una chica gotica. Como sea.
Y otraves… esas ansias de sangre estremecian cada vello de mi cuerpo, cada milimetro… me sentia tan… excitado por estar con ella. Me dio un abrazo y me dijo:
• Siento lo del beso, pero me parecio que lo necesitabas.
Eso borro la sonrisa de mi rostro. Mi sangre hervia a mil, mi piel estaba muy caliente, y mis ojos (despues supe como se veian) se tornaron negros completamente. Ella me miro con cierto miedo. No sabia bien porque la miraba de esa manera.
• Me tengo que ir, Gerard –sonrio.
• No…
• ¿Ah?
• Dije que no, no te iras.
• ¿De que hablas? –solto mis manos.
• No te iras, te quedaras conmigo.
• ¿Que? Estas loco –se dio media vuelta.
Cuando dio el primer paso, agarre su antebrazo con fuerza, encajandole las uñas y haciendola gritar.
• Dije que no te iras –mi mirada estaba perdida.
• ¡Dejame!
• No.
• ¡¡¡Dejame!!!
Ella gritaba, mientras yo hablaba tranquilamente… con una voz tan retorcida y escalosfriante que probablemente con eso ya la tenia aterrada.
Sus ojos estaban llenos de terror. Jamas me habia visto asi… mi faseta oscura.
Tome su boca y la tape. La lleve casi arrastrando por medio parque, ahora me alegraba que estuviese solo. Entre mis dedos sentia sus gritos ahogarse y sus lagrimas deslizarce. No me importaba… ella jamas volveria a sentir.
Si yo sufria de amor por ella, ella tendria que sufrir del amor que yo sentia.
Cuando ya no podia soportar sus fuertes pataleos y arañazos, la arrastre con todas mis fuerzas hasta el centro del parque. Y lo primero que vi fue una pequeña plaza donde nadie entraba, segun estaba embrujada. La lleve ahi y en cuanto senti que sus dientes se enterraban en mi piel y sus uñas se encajaban en mis brazos, tuve que soltarla. Cayo al piso y se levanto rapidamente. Corrio con todas sus fuerzas, pero me importo un comino. Fui tras de ella gritandole: "jamas". La alcance, haciendola caer y rodar en el piso. Ella trato de arrastrarse, pero la sostuve del pie. Mire claramente como volteo su hermoso rostro… lleno de terror.
Me arrastre por encima de ella, casi arrancandole los pantalones para que no se escapara. Se logro voltear boca arriba, dejandome encima de ella, como si fuesemos a tener un coito. Me observo detenidamente… estaba tan asustada, y eso me gustaba.
• Te dije que no te irias –sostuve con fuerza sus brazos.
• Dejame, porfavor Gerard –lloriqueaba.
• No, jamas.
No sabia que hacer para detener su movimiento tan alocado… asi que decidi por lo mas facil. La levante, casi dislocandole el hombro, la arrastre con fuerza hasta una pared de marmol (porque habia una tumba en el centro). Agarre con fuerza su cabeza y la estrelle contra la pared. Cayo inconsiente…
• Dios mio… ¿que hice? –mis ojos se sentian pesados.
Despues de que hice eso, me acerque a una pequeña ventanilla color blanco. Mi reflejo se veia tenebroso… mis ojos estaban oscuros.
• ¡AH! –grite del susto al verme asi.
Mi corazon se acelero. La mire, estaba desmayada… o muerta. Temi que fuese asi. Me le acerque y toque su cuello. Estaba bien. Senti mas y mas miedo a medida que pasaban los segundos. No podia dejar de pensar… ¿QUE DEMONIOS HABIA HECHO?
Y como mi pobre mente no daba para mas… decidi hacer algo inaudito…
• Oye –trataba de despertarla.
No desperto para nada. Mire sus pantalones, casi se los arrancaba. Pero mis ojos captaron como sus pantaletas sobresalian un poco…
• No, Gerard –me dije a mi mismo– deja de pensar barbaridades, esta desmayada –cerre los ojos.
Al abrirlos, vi su camiseta toda llena de lodo. Trate de limpiarle… pero lo unico que paso fue que se desabrocho su camiseta.
• …
No supe que pensar… se veia… apetecible. Y nuevamente, senti esa sensacion de ansias, de ganas de hacerle cosas indebidas y… sentir su sangre en mis manos.
• ¡No! –cerre mis ojos y golpee mi cabeza fuertemente contra la palma de mi mano– ¡Deja de pensar eso, imbecil!
Y no pude evitar ver como su hermosa piel se alcanzaba a ver. Su busto amplio… su cuerpo…
La locura se apodero de mi mente. Me le monte encima sin hacer mas. Pense un poco…
• No puedo hacerlo… no puedo… seria violacion…
Cerre con fuerza mis ojos y lo unico que vino a mi mente fue la imagen de cogerla. No fue de ayuda, obviamente. Pero la deseaba tanto que… dejo de importarme.
Baje el zipper de mi pantalon. Le quite el suyo con rapidez… y comence…
Fue tan extraño. Ella no decia ni hacia algo, pero senti tan comodo; todo que lo disfrute… y demasiado.
Cuando me senti venir, me subi los pantalones y me deleite con el despertar de ella. Me vio todo sudado, con mis labios rojos. Luego se toco el pecho con cierta torpeza… y no sintio su camiseta. Ahi desperto de inmediato.
• ¡¡¡AHHHHHH!!!
Grito desesperadamente, pidiendo ayuda, no supe que hacer, gritaba como loca, se tapaba su cuerpo con mucho miedo, se tocaba sus partes… y definitivamente se asusto cuando vio sangre. Me miro aterrrorizada. Se levanto y me miro con tanto miedo.
• Yo…
• ¡¡ERES UN MOUNSTRUO!! ¡¡TE ODIO!! ¡¡¿¿COMO PUDISTE??!! ¡¡ERES UN LOCO!! ¡¡MALDITO DESGRACIADO!! ¡¡DEMENTE!!
Sus gritos me aturdian, de nuevo senti que caia a un enorme avismo… maldita perra, no se callaba… mis ojos se desorbitaban, cuando vi un pedazo de madera rota. Si, esa era mi salvacion.
Lo tome y…
• ¡¡AAHH!!
Golpee su cabeza con todas mis fuerzas. La madera se estrello con una enorme velocidad y se le quedo clavada en el craneo. Cuando vi que asoto en el piso… no pude evitar ver la sangre escurrir…
Toque su cuello con desesperacion, no sentia nada, toque y toque, le di respiracion, trate de despertarla a gritos, como fuese… pero no despertaba. Estaba muerta.
Pense rapido y vi la puerta de la tumba. Inmedatamente la agarre y la meti como pude ahi dentro. Sabia que sus gritos llamarian la atencion o la sangre, el ADN me delataria… debia de deshacerme de todo.
Primero de ella, la meti ahi. Yo sabia que la mujer de ese hombre y su familia habian fallecido hacia unos años atras, y NADIE podria ir ahi a visitarlo… era perfecto. La escondi con lo que pude, le retire la ropa y me la lleve.
Ya era muy noche, asi que fui directamente a casa, a mi habitacion. Subi, me duche, incluso me heche encima cloro y demas productos. Mi piel ardia, pero no podia hacer mas. La ropa (mia y de ella) la agarre y la meti a una bolsa negra. La meti a una caja azul, donde puse demas cosas.
A la mañana siguiente me lleve esas cosas y las lleve a quemar a un barrio de pobres y vagabundos, no les pareceria raro eso. Despues regrese a la tumba y limpie TODO ahi. Un oficial del parque me miro desde afuera.
• ¡Ey! ¡Tu! –me grito.
• ¿Ah?
• ¡Sal de ahi!
• Es que… –no sabia que inventar.
El oficial entro.
• ¿Que haces aqui? Es propidad privada –me miraba muy mal.
• Yo… –agache la cabeza.
El oficial miro la tumba, estaba limpia, sin telarañas, sin mugre, los arboles los recorte… parecia trabajo profesional.
• ¿Tu hiciste esto?
• Si…
• ¿Eres jardinero?
• Ah?
• ¿Que si eres jardinero? –señalo todo.
• Ah… –mi mente carburo enseguida– si… es que vi este lugar, bueno, lo veo casi todos los dias, y me da mucha pena que un jardin con tanto potencial no lo arreglen –sonrei.
• Vaya, que buen muchacho –sostuvo mi hombro–, ¿que te parece si cuando termines me acompañas a hablar sobre mi jardin?
¿Tenia opcion? Le dije que si, y me salve.
Durante mas de un mes, su familia busco con desesperacion a "Sanime". Ella no aparecia… y Frank no estaba NADA devastado.
• Pobre de ella, ¿no? –dijo viendome.
• Si.
Aprendi a lidiar con el nerviosismo despues de un mes de preguntas consecutivas, dia y noche.
• ¿Pero que va? La vida es muy corta, ¿no?
• Si.
• Por eso me conseguire una novia nueva –rio malevolamente.
Yo sabia que el no valia la pena.
Sandra y Fernanda hablaron conmigo de ese asunto TANTAS veces, que ya hasta podia decirles que ella era maravillosa y estas JAMAS sospecharian de mi.
• Pobrecita… su familia ha de estar muy triste –dijo Sandra.
• Cierto.
• ¿Deberiamos de hacerle algo en su honor? –dijo Fernanda.
• ¡Si! –dije entusiasmado. Soy un sinico.
Las dos planearon todo, y a la semana le hicieron ofrendas y demas mierdas que dejaron de importarme.
Al principio senti una culpa del tamaño de mil universos… pero despues… mi pena, mi culpa, mi temor de ser atrapado; todo, desaparecio. De ahi… vinieron mis demas victimas.[/size]